Jack no podía sostenerse de la sorpresa, aquel niño, podía verlo, podía oírlo, sabía que existía. Juraría que aquello era un sueño sino fuera por el hecho de que él peliblanco jamás dormía.
Podía verle, ¿significaba eso que creía en su leyenda? ¿Había alguien que realmente creía en Jack Frost?
— ¿S-sabes quién soy? —por primera vez había sentido nervios, o eso era lo que creía que estaba sintiendo, respiraba con celeridad y observaba a aquel niño con emoción contenida—.
— ¡Claro que sí! ¡Eres Jack Frost! ¡Tú haces que nieve! ¡Sin ti la Navidad no sería una Navidad de verdad! —exclamó el pequeño con total sinceridad. Jack no podía creerlo, había alguien que lo conocía, por fin, ya no estaría solo—. Entonces... ¿Me ayudarás a hacer un muñeco de nieve?
— ¡Por supuesto! Pero... ¿Por qué no juegas con el resto de los niños? —cuestionó el guardián.
— Ah... —el niño, ahora cabizbajo, bajó la voz un tanto entristecido— no me dejan jugar porque dicen que hablo raro y que parezco un caballo...
— Eh... Esos niños son tontos. No les hagas caso, eres el niño más adorable y guapo que he visto en mis 309 años de vida —el infante, que hipaba y puchereaba sin cesar, alzó la vista uniéndola a la de Jack, quien sonreía amablemente.
— ¿De verdad? —la esperanza era casi palpable en los ojos de aquel niño.
Y fue en ese momento, en el que Jack supo que no estaría solo, habría alguien que escucharía sus aventuras, sus logros, sus fechorías... Porque, solo necesitaba a una persona, una persona que aún creyera en él.
Y ese sería HoSeok.
— De verdad, ¿te he mentido alguna vez?
— No lo sé... Nos acabamos de conocer.
— Oh, sí. Es cierto —el mayor soltó una pequeña risa, mientras giraba su cayado sobre sí mismo. Bajó la vista hasta sus pies desnudos pero inmunes al frío, cuyos dedos tamborileaban sobre la nieve, el pequeño los observaba en silencio, pero, divertido.
Aquel frágil e inocente niño de ojos rasgados y piel acanelada, cambiaría su forma de ver las cosas, sería su sol, mientras que él sería su luna.
— ¿Quieres que seamos amigos para siempre? —se atrevió a preguntar el pequeño, sus ojos brillaban reflejando la luz de la luna, consiguiendo así, cautivar al mayor—.
— Sí, seamos amigos para siempre.
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Jack Frost | Yoonseok
Fanfiction❝ Sus ojos no estaban vacíos, ni denotaban maldad... Simplemente, eran fríos... Fríos como el hielo. ❞ ⇏No se permiten adaptaciones. © Historia Original ⇥Portada por: SweetAndStupid ⇥Obra para el concurso U(na)vidad de Kpop, Lake Awards & Kpop...