Friends? ~ VK [2º temporada]

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Traigo limones pa' el pueblo 🍋
#TeamVersátiles

Taehyung sube lentamente las escaleras, sin saber que pasa por la mente de Jungkook en esos momentos. Hace un par de horas el menor poco menos le estaba insultando y gritando de todo, cuando ahora prácticamente le obliga a subir a su cuarto sin explicación alguna. La verdad no tiene muchas expectativas de lo que pueda suceder y sobretodo después de aquellos insinuadores mensajes. Sabe que su lindo Kookie no tiene dobles intenciones con él y sabe que debe comportarse si quiere rogar su perdón.

Llega al segundo piso con bastante dificultad, debido a que toda la casa está a oscuras y tantea las paredes hasta localizar el pomo de la puerta de la que cree es la habitación del pelinegro. Da suaves golpes a esta y escucha un leve sonido del interior, indicándole que pase.
Lo primero que ve al entrar, es una cueva silueta en medio de la cabeza y todo en total penumbras. Puede observar como la ventana de la habitación está sin cortinas que impidan la visión, viéndose como la copos de nieve caen en tan especial noche.

— ¿Kookie...? – Le llama temeroso, notando que la silueta se mueve levemente en su dirección.

Cierra la puerta tras de sí, dudando un poco de ello, para luego sentarse en una esquina de la cama. No sabe que hacer y porque motivo se encuentra ahí. Solo puede pensar en el intenso calor que desprende el cuerpo a unos metros de él y como esté parece brillar aún en medio de la oscuridad.
Ni una sola palabra sale de la boca del menor y eso comienza a poner aún más nervioso a Taehyung. Su corazón está a mil por hora, golpeando con tanta intensidad su pecho, que teme ser escuchado por el otro.
Juguetea un par de minutos con sus manos, cuando siente que el colchón comienza a hundirse cerca de él. Gira su rostro por mero instinto, sintiendo unos suaves labios sobre los propios. El beso le ha pillado tan de sorpresa que no ha alcanzado ni a cerrar los ojos o disfrutar un poco más de su contacto, cuando Jungkook ya se ha alejado de él.
Sus ojos más acostumbrados a la negrura del lugar, comienzan a notar la mueca avergonzada en el rostro del menor. Muerde su labio inferior y se mantiene en una pose en que sus piernas forman un W viéndose totalmente adorable a los ojos del castaño. Parte de la camiseta blanca que usa para dormir, se ha deslizado por su hombro mostrando mucha más piel de la que debe.

¿Cómo esperaba que Taehyung pudiera controlarse?

— Jungkook...– Susurra su nombre con voz aterciopelada, recibiendo como respuesta un nuevo beso.

Esta vez se permite disfrutar del leve contacto, cerrando sus párpados y llevando sus dedos al rostro del pelinegro. Sin embargo, cuando alcanza a tocar levemente su mejilla, esté ya se ha alejado de nuevo.
Su boca desea horriblemente sentir esa dulzura otra vez, buscando la forma de como obtener más besos del menor.
El silencio reina en la habitación, pero a pesar de ello se siente la palpable tensión que existe entre ellos.
Una sonrisa aparece en los labios de Taehyung tras unos minutos de meditar que hacer y juguetonamente pasa su lengua por estos, sin dejar de ver los ojos de Jungkook que cada vez van adquiriendo un brillo que jamás antes le había visto.

Y le gusta.

— Kookie...– Vuelve a nombrarlo, esperando comprobar la repentina teoría que ha surgido en su cabeza.

Entonces cuando cree que solo eran imaginaciones suyas, un nuevo beso es plantando en sus labios. Sonríe con satisfacción, tomando posesivamente la barbilla de Jungkook para que no se vuelva a alejar y mete su lengua sin vergüenza algún en la boca del otro. Sus manos buscan el cuerpo del menor y antes de pedirlo, este ya está gateando hasta él para terminar sentado a horcajadas en su regazo. Sus bocas se encuentran devorándose entre sí, aumentando el ritmo y la insistencia en que sus lenguas se tocan, desesperados por tener más contacto entre sus cuerpos.
Para su sorpresa, Jungkook ya se encuentra gimiendo suavemente contra su boca y le siente despertar sobre si. Con habilidad tira hacia arriba la camiseta que está estorbando, obteniendo una sumisa respuesta del pelinegro, quien levanta sus brazos y deja salir incontables suspiros cuando muerde su virgen piel.