No. Si es que realmente él no podría tener algo de paz en su alma ni siquiera estando a mediados del cuarto mes de gestación.
Con todas las náuseas que arremetían contra su cuerpo sin descanso, los vómitos, los cambios de humor, el incesante dolor de cabeza como mil agujas en su cráneo metálico... Ahora, a todo eso, se sumaba el mensaje de texto de Mask.<< Te veo en el Rey del Mar a las 21. Ya sabes >>
Ese 'ya sabes' era una clara amenaza sin completar. Como un 'ya sabes que si no vienes, le diré todo a tu esposo'.
No pudo evitar inhalar fuerte, haciendo ruido. Era horrible la sensación de juntar aire de manera instintiva y querer gritar hasta rajarse las cuerdas vocales, pero no poder hacerlo.
Pensó en decirle a Zeta acerca del texto, pero no quiso meterlo en más problemas. Vamos, estaba hace meses en su casa, recibía los mejores cuidados, y además de todo aquello ahora tenía una confesión de amor sobre los hombros. No podía ni quería abusar más de la bondad celestial de ese hombre, sería demasiado cruel de su parte.— ¿Vas a salir? — Zombieman se levantó del sofá donde estaba recostado descansando al ver que Genos tenía puesto su abrigo — Iré contigo, aguarda un momento que busque mi--
— Oh, no. Por favor, Zeta-san — El rubiales alzó la palma y meneó lentamente su cabeza hacia los lados - Descansa, solo saldré a recrearme por un momento
— ¿Estás seguro? — el pelinegro frunció el ceño preocupado — Sabes que no me molesta acompañarte
— Lo sé, y te lo agradezco. Pero... iré a ver a un amigo. Y tomaré un taxi aquí cerca, todo estará bien
— ...De acuerdo. Pero llámame si necesitas algo, lo que sea, ¿Sí?
— Lo haré
Genos se acercó al azabache, pensando si lo que haría era correcto o no. Sólo eran amigos y el joven cyborg bien sabía que no era bueno alzar las esperanzas de alguien enamorado pero no correspondido. Sin embargo, la ternura que invadió su core al ver el sincero y puro interés del héroe por su bienestar, era algo que lo superaba irremediablemente.
Zeta abrió los ojos de forma desmesurada en lo que tocaba su ahora ardiente mejilla, justo donde los suaves labios del rubio se habían posado dándole un pequeño beso como despedida.
— ...C...Cuídate...
— Y tú, Zeta-san. Nos vemos luego
☆☆☆
— Ah... ¡Aahh!... ¡Despacio, hijo de puta! ¡Si embistes tan fuerte me duele!
— Ngh... Lo siento, lo siento cariño — Mask le besó como disculpa, sin importarle el evidente rechazo de Genos, quien volteó el rostro para que sus labios no se unieran. Un solo roce en medio de toda esa mierda y estaba seguro de que vomitaría.
Amai terminó tantas veces como le plació en el interior del rubio, sin pensar en que su resistencia estando embarazado no era la misma. Ignoró todas las veces en que este le dijo que se detuviera porque estaba agotado, porque la posición era incómoda, porque se sentía mareado. Sólo cuando él sintió que había tenido suficiente, le dejó descansar.
— Lamento haber sido tan rudo esta vez, pero tengo mucho trabajo las próximas semanas y necesito recargar, sabes
— No quiero tus excusas, maldito desgraciado... — Genos aún tenía fuerzas suficientes para odiarlo y hacérselo saber — Te dije que te detuvieras y te importó un carajo, como siempre... Eres una porquería de ser humano
— Y tú siempre tan encantador — rió el peliceleste — Nada de lo que digas hará que me aleje de ti, Genos. Deberías dejar de intentarlo — se acercó a la cama y acarició la elegante curva en la espalda del rubio — Voy a ducharme, ¿No quieres venir?
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A fines de Agosto
FanfictionNadie, absolutamente NADIE, se imaginó que tras dos años de matrimonio, se separarían desatando una serie de problemas que no solo los arrastraría a ellos dos sino a terceros.