¿Quien mierda es Peter?

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Espero que les guste este segundo Cap... esta dedicado a ustedes con todo mi cariño.

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Una mancha de merengue quedó en sus labios. Teddy, se acerco hasta donde me encontraba, y quedamos casi rozando nuestras narices, levanto su mano y lo limpio con sus dedos y luego llevó este hasta su boca, y lo limpio. Leah trago en seco, era una escena demasiado caliente. Era algo extraño por parte del chico, debía controlar el color de su rostro, pero era tan sensual que no podía dejar de mirarlo.

-¡Mierda!- Soltó por fin, cerrando sus ojos cuando notó que el metaformago se acercaba hasta ella.

Se sintió raro al notar lo áspero de los labios del chico, ya que no tenía esa barba descuidada que tanto le gustaba, así que los abrió, y la cruel realidad era que su beso no era nada más que con la alfombra de su dormitorio.

-Otra vez besando el suelo Leah- preguntó Dominique, quien trataba de contener la risa, al ver a su amiga. La pelirroja justo había ido a buscarla para ir a desayunar, por lo que entró a la habitación de su amiga y la ayudó a levantarse del suelo. -Literalmente-río con ganas.

-¡Mátame!- pidió con cara suplicante, Leah mientras arreglaba su cabello en una cola.

-Y perderme la oportunidad de verte hacer el ridículo por Teddy Bear todos los días de tu vida... no gracias.

-Eres muy mala amiga, te odio.

-No proyectes tu odio hacia mi hermana en mí- señaló aparentando sonar seria.

-Ojalá fuera solo por tu hermana, también lo odio a él.

-Si y yo soy rubia.

--o--

-Estoy feliz por ti Teddy -Señaló Harry palmeando la espalda de su ahijado.

- ¿Pensé que no te caía bien Victorie?- cuestionó Teddy ante el inesperado apoyo de su padrino, cuando era el primero que siempre decía, que la rubia no era para él, que eran muy diferentes.

-Estoy feliz por ti Teddy, porque eres tanto mi hijo como de Hermione, y nos alegra que seas feliz y que estés creciendo – Indico y tomo una cajita que estaba sobre el escritorio en la biblioteca – Y, con tu madrina pensamos que, si bien no es un anillo, te queremos dar esto para que le regales a Victorie – Harry le extendió la caja aterciopelada. El chico la observó detenidamente y la abrió encontrándose con un collar de plata con un dije en forma de flor de esmeralda.

-Es hermoso padrino.

-Era de mi madre, Remus me conto, que mi padre lo mandó a hacer especialmente para ella, cuando descubrió que ella era el amor de su vida, y con Mione, lo guardamos pensando en nuestros hijos, y queremos que se lo des al amor de tu vida y si esa es Victorie, no soy quien para decirte que no, te conozco y sé que este paso no lo darías si no estuvieses realmente enamorado, Teddy -Dijo emocionado. Teddy era su hijo mayor, era un chico especial y estaba emocionado por él, quizá pensaba que esa relación tendría otro desenlace, pero, no podía evitarlo, se sentía reflejado en él, y cuando se enteraron con Mione, sabía que ese collar le pertenecía, aunque esperaba que la destinataria fuera otra persona.

  --o--  

Los días previos al 1° de septiembre siempre estaban llenos de desayunos, almuerzos y cenas familiares, pero a Leah, nunca se había sentido con tantas ganas de vomitar como en estas últimas, el primer golpe había sido ver a Teddy Bear de la mano con la señorita perfecta, el segundo enterarse del compromiso, pero el tercero y peor fue ver ingresar a la rubia durante ella ponía la mesa para el almuerzo a la perfecta Victorie con ese collar tan conocido por ella, que pertenecía a la abuela Lily. Dejo caer uno de los platos al suelo, que para su gran suerte resonó más que nada en la habitación, o por lo menos ella lo sintió así.

Entre princesas, lobos y garrapatasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora