Mi Vida Como Idol - Taeten NCT

TaeTen 3

Sentía que mi corazón iba a explotar, era la persona que más amor le había dado, la persona con la que compartía cada uno de mis secretos, la persona con la que hice el amor por primera vez, la que compartía besos conmigo, la que alegraba después de que tuviera un mal día... No me puedo creer que esto me esté pasando. Tiene que ser un sueño... Empecé a desvariar. Si me clavo un cuchillo despertaré de la pesadilla. Bajé las escaleras llegué a la cocina cogí un cuchillo y lo acerqué a mis venas. Estaba convencido de que era un pesadilla y si no lo era tampoco me importaba lo que me pasaría... Hice unos pequeños cortes en la muñeca pero no despertaba. Entonces recordé que tenía un grupo que guiar, un sueño que cumplir. Fuí al grifo y me aclaré las heridas. Al salir de allí me dirigí al estudio. La escena pasaba una y otra vez por mi mente, era más que dolorosa... No hacía más que llorar, quería que alguien me prestara su hombro para llorar... pero no tenía tanta confianza con nadie. Preferí intentar esconderlo. Fuí limpiando mis lágrimas, pero aún así no podía evitar que mi voz sonara quebrada...

al entrar al estudio busqué el dormitorio para dormir junto a los demás.

—¿Qué haces aquí Taeyong?—preguntó Ten.

—Nada, simplemente... cambié de idea, quería estar con vosotros—Dije fingiendo una sonrisa muy falsamente, además mi voz me delataba.

—¿Qué te ha pasado?—preguntó Ten.

—Nada.—

—Te ves mal, cuéntame lo que te ha pasado es malo guardar este tipo de pensamientos para tí mismo...— dijo él.

No quería decírselo pero necesitaba llorar y sentir el apoyo de alguien. Cuando le conté todo, abrió los ojos y quedó sorprendido. Yo estaba llorando otra vez aunque por suerte nadie se dio cuenta a parte de Ten. Ten me pasó su brazo por mi cuello y me acercó a su pecho.

—No sé cómo te ha podido hacer eso la chica esa, con lo guapo y cariñoso que eres.— dijo Ten.

—Yo le regalé mi tiempo, arriesgué mi carrera como idol por ella, pero a ella eso le dio igual...— dije yo muy triste.

—Tranquilo... Yo estoy aquí para lo que necesites, si necesitas desahogarte aquí estaré para tí.— dijo Ten para tranquilizarme.

Me separé de él y miré mis manos,luego las puse en mi cabeza, mientras seguía llorando. Ten me agarró de las muñecas lo cual me hizo bastante daño.

—Ah, me has hecho daño.— dije quejándome.

—¿Qué te ha pasado aquí? ¿Te lo ha hecho ella?— preguntó Ten preocupado.

—No...—dije escondiendo mi cara de alguna manera.

—¿¡Estás loco!?—gritó Ten.

—Más bajito por favor, tranquilo, he recordado que tengo una meta así que tranquilo.— le tranquilicé.

Ten NO estaba muy satisfecho, pero me preguntó si quería dormir con él.

—Sé que no es algo común entre los chicos pero sí... Por favor.— le dije.

—Tranquilo...— dijo Ten.

Ten me abrazó y me dió su calor con el abrazo. Lo necesitaba.

—No quiero que mañana recuerdes esto, no quiero que me recuerdes así... Al principio borde y después...— expliqué.

—Tranquilo, no te veo así. Si necesitas algo nunca estarás solo, nos tendrás a nosotros.— me tranquilizó Ten.

Mark se dio cuenta de que estábamos juntos y empezó a decir que parecíamos pareja hasta que me vio la cara. Ten le explicó todo mientras yo apoyaba mi cabeza en el cuello de Ten. Me sentía acogido, rápidamente olvidé por qué estaba así y me dormí.