Mercenary [Vhope]

Prólogo

14 de agosto del 2004, Daegu-Kojang, Corea.

Un orfanato no era el mejor lugar en el cual un niño de nueve años debería estar, a su edad se le hacía completamente imposible que lo adoptaran, y a su corta edad él lo sabía. Taehyung nunca fue un niño que le atrajo a las parejas ansiosas por tener un nuevo hijo, él siempre fue ese chiquillo solitario en el hogar, el cual siempre era ignorado por los matrimonios.

Siempre que venían a buscar a los niños para las entrevistas lo pasaban por alto, nunca lo habían tomado en cuenta para ver si podía ser parte de una familia. Puede ser porque la mayoría buscaba niños pequeños, unos que no sobrepasaran los cinco años, y el hecho de que estuviera a punto de cumplir los diez años no le ayudaba demasiado. Otra de las razones por las que nunca se le acercaban para proponerle una entrevista era su actitud; solitaria y aislada, no tenía amigos en ese horrible lugar, sólo uno, tenía un único amigo en el orfanato.

Hoseok, un niño de tan solo cinco años era su único amigo. Ese chico había llegado muy joven ahí, no sabía las razones concretas de su estadía, pero se había vuelto su amigo con el pasar de tiempo. Siempre jugaban, era difícil tomando en cuenta las edades que tenían ambos, pero aun así se las arreglaban para poder jugar juntos.

Las cosas para Taehyung se fueron colocando complicadas al momento en que Hoseok comenzó a tener muchas entrevistas, porque era obvio que no quería que se llevaran a su amigo. ¿Qué haría si un día se lo llevan? Se quedaría en completa soledad, porque ninguno de los otros niños quería acercársele, lo veían como si fuera algo extraño.

-¿Tienes otra entrevista?-preguntó Taehyung mirando como una de las cuidadoras arreglaba el poco cabello que tenía Hoseok.

-Sí, espero que me lleven a casa.-soltó bastante feliz.-Si me adoptan, ¿Puedo llevarme a Taehyung?-levantó la mirada para ver a la cuidadora, ésta miró con una mueca, no quería negarle a un niño de tan solo cinco años que no podía irse con Taehyung.

-Hoseok, ya te están esperando.-cambió de tema yendo a la habitación en la cual se encontraba la pareja que se había mostrado tan interesada en el pequeño de sonrisa resplandeciente.

-¡Nos vemos, Taehyung!-Hoseok se acercó al chico de nueve años para abrazarlo con fuerza.-Estoy seguro que ellos si van a quererme, si me llevan con ellos, vendré por ti.-le sonrió sinceramente, aunque era la única manera en la que un niño de cinco años podría sonreír.

-Yo espero que no te olvides de mí, Hoseok. Porque yo nunca te olvidaré, a ti y a tus hoyitos.-murmuró Taehyung acercando sus manos a las mejillas del pequeño, así colocando sus pulgares justamente sobre los hoyuelos que se marcaban en la parte superior de sus labios, así creando un poco de presión.

-Yo nunca olvido a mis amigos.-le aseguró sonriendo ampliamente.

La cuidadora llamó a Hoseok con voz autoritaria, el pequeño asintió alejándose de Taehyung para ir a la dicha habitación donde se encontraba su nueva familia.

Taehyung vio como Hoseok entraba tan alegremente, estaba seguro que iban a amarlo. ¿Cómo no hacerlo si era un chiquillo tan encantador? Se sentía mal, porque sabía que ese podía ser el último día en el que vería al menor.

Minutos luego salió la cuidadora con una satisfactoria sonrisa, Taehyung supo que esa sonrisa significaba que todo había salido excelente. Bajó la mirada con tristeza, ahora debía aceptar que la pareja que estaba allá dentro se llevaría a Hoseok, a su amigo.

-¡Taehyung!-salió un muy contento Hoseok de la habitación, siendo seguido por una pareja con grandes sonrisas-¡Ellos me quieren!

-Estoy realmente feliz por eso, ahora tendrás una linda familia.-intentó sonar lo más feliz que pudo, porque era obvio que no se sentía feliz por eso, puede sonar algo egoísta pero no quería que esa pareja se llevara a su Hoseok.