Nuestra Navidad|Breddy Meyva

☆1☆

»Compras Navideñas«.

Bryan y Freddy se encontraban en su pequeña casa pero el rizado recordó algo;mañana era navidad e incluso habían invitado a muchas personas.

—¡Bry!.

—¿Qué pasó lindo?.

—Tenemos que comprar muchas cosas.¿Recuerdas que invitamos a muchas personas?.

—¡Oh es cierto!.Vamos qué esperas tenemos que irnos.

Freddy asintió y salieron para después introducirse en el auto de Bryan.El castaño comenzó a conducir pero no sabía muy bien hacia a dónde iban.

—A ver dime que tenemos que comprar.

—Pues todo no tenemos árbolito,no tenemos adornos y mucho menos cosas para la cena.—Fingió llorar.

—Tranquilo tengo muchas ideas entonces iremos al súper mercado.

—¡SÍÍ!.

(...)

—El árbol verde está bien Freddy.

—Pero yo quiero el blanco.

—Haz lo que quieras.

—Pero no te enojes.Está bien el blanco¿Sí?.

—Sí Freddy está bien.—El mencionado rió levemente y abrazó a Bryan,él besó su mejilla.

—Ya están todos los adornos y ahora sólo falta la comida,¿Qué quieres hacer?.

—Pozole,ponche,bacalao, sándwiches,vino,pollo,pavo,puré y un pastel.

—Sola mente porque son muchas personas compraremos todo eso porque si no no compraría nada eh.—Rieron los dos.

Bryan compró todo lo necesario para su cena y vaya que eran bastantes cosas porque a Freddy se le había ocurrido la idea de invitar a la familia de Bryan y de él.

—Bry.

—¿Qué pasó?.

—¿Y hoy qué vamos a comer?.

—Freddy a penas son las 11 am.

—Perdón yo todo el tiempo pienso en comida.

—Sí eso ya lo sé.

—Así me amas.

—Sí y mucho.—El rizado sonrió.

Después de un trayecto algo largo llegaron a su casa.

—Freddy.

—Mande.

—Todos los vecinos tienen sus adornos navideños hace semanas y nosotros un día antes,¿En serio?.

—Se me había olvidado,perdón. —Chilló el rizado.

Bryan negó con la cabeza divertidamente.

—Además estoy nervioso.

—¿Por qué?.

—Porque es nuestra primera navidad juntos y...—Dejó de hablar al ver que Bryan estaba viendo a un chico que se encontraba al otro lado de la calle viendo a SU NOVIO.

—Ay,perdón. ¿Qué decías Freddy?.

—Nada.

—Estabas diciendo algo.

—No.

Entraron a su casa y quién no notaría lo molesto que se encontraba el rizado.

—Dame los adornos.