C.M.C (BMIN)

Prólogo

Jseph me tomaba de la mano de vez en cuando durante el vuelo, agradecía infinitamente que mi mejor amigo y estilista me acompañara a mi travesía.

Jiwoo dormía profundamente a mi lado y con los audífonos puestos, el viaje desde Corea del Sur a Estados Unidos era bastante largo, por lo que descansar era esencial.

-¿Cómo estás?- preguntó dulcemente mi amigo, haciendo que lo mirara antes de agregar- muchos recuerdos deben atormentarte.

Asentí con la cabeza sin decir palabra, ya eran 5 años que no volvía a ese país debido a un quiebre amoroso importante, éramos unos adolecentes y eso hacía amarnos con locura... la cual no supimos llevar.

-Debes estar tranquila, ni si quiera vamos a Los Ángeles- comentó él y yo me apoyé en su hombro mientras cerraba los ojos.

Los recuerdos pasaban como una película romántica empalagosa, de esas que uno debía ver con pañuelitos en una mano y en la otra helado.

Matthew Kim, tú siempre un fantasma del pasado tan presente en mi vida que me llegas a aficciar.
             
                          🗽

Entré a la agencia tomada de la mano con Jseph, mi amiga y fotógrafa iba un poco más adelante ya que debía encontrarse con mi pareja de modelaje y acordar los últimos detalles.

-La preciosa Jeon Somin- habló animadamente Robert, gerente de la empresa y amigo cercano de mi abuelo- tanto tiempo sin verte chiquilla.

Me solté de mi amigo para abrazar al gerente, su cuerpo me sostuvo por unos segundos y la sensación de familiaridad me embriagó por completo.

-Abuelo necesito que...- dijo una voz masculina a nuestras espaldas pero paró al momento que nos vió romper el abrazo- oh, no quería interrumpir, lo siento mucho.

-Logan te dije que no...-la frase no continuó, el emisor había quedado sin habla y a mi me faltaba la respiración.

No podía ser él... no podía estar aquí...
Mi corazón comenzaba a acelerarse y mis piernas a flaquear, al igual que lo hice años atrás.

-Sominie- susurró pero todos lo escuchamos por el silencio que nos envolvía.

-Kim Matthew- saludé haciendo una mini reverencia- con permiso.

Me marché sin detenerme, con paso rápido llegué hasta Jseph que era testigo de todo desde lejos.

-Sacame de aquí- susurré y él avanzó  conmigo con su brazo pasando por mis hombros sin importarle todos los ojos que nos observaban.