Final.

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Puse mis audífonos y con un volumen bastante alto me deje llevar hasta llegar a nuestro destino.

El aeropuerto estaba bastante lleno, por lo que la fila para que nuestras maletas fueran pesadas fue bastante extensa y demorosa.

Vi a mi compañero que estaba parado con los brazos cruzados, al parecer no tenía paciencia para estos retrasos y cuando su mirada conectó con la mía, su ceño se suavizó.

-Esto es lo que odio de viajar- dijo Matthew mientras hacía un pequeño puchero y se arreglaba un poco su cabello- tanta demora...

-Ni que tuvieras tantas ganas de volver a Estados Unidos- bromee pero su cara me lo dijo todo- yaaaa, ni que Corea fuera tan terrible.

Mi novio se rió y negó con la cabeza- No es eso, la verdad es que me gusta tu país, pero volver a Los Ángeles... mi ciudad natal y donde comenzó toda nuestra historia es otro nivel.

Sonreí, había logrado que viviera conmigo 5 meses en mi país desde que se hizo el concurso (donde salimos victoriosos), pero no lo había terminado de convencer y como yo ya tenía experiencia viviendo en América, decidimos mudarnos.

Jiwoo y Jseph habían sido muy buenos con nosotros, mostrando su apoyo incondicional y prometiendo mandarme cosas que en mis maletas no cabían.

-Al fin- festejó cuando llegamos donde la chica y nos atendía amablemente.

Miré la hora, aún quedaba una hora para nuestro vuelo, por lo que comer algo antes de embarcar no sonaba nada de mal.

Extrañaría mi país, la comida, la costumbre, la familia y amigos, pero no se comparaba con lo nuevo que viviría con BM y los antiguos amigos en común que aún seguían en la ciudad.

-Estaba pensando, por que a veces lo hago- bromeó él mientras caminábamos hasta los locales de comida rápida- que deberíamos decorar nuevamente mi apartamento.

-¿De verdad? A mi me gusta como está- dije recordando el estilo minimalista y de colores fríos que combinaban entre si.

-Osea... es que... lo pensaba como para hacerlo más de ambos... es decir, de nuestro espacio- respondió avergonzado y con sus mejillas levemente sonrojas.

-Que lindo amor, gracias- dije tomando su mano y dándole un pequeño apretón- prometo no exagerar con mis gustos...

Reímos y él dejó las maletas para alzarme y darme un beso, como el de los viejos tiempos.

Viejos tiempos memorables, pero no mejores como todos los que íbamos a crear de ahora en adelante.

🗽FIN 🗽

C.M.C (BMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora