Recuerdo 3

332 31 0
                                    

Estaba nerviosa.

Era estúpido pero lo estaba.

BM me había mandado un mensaje en la mañana invitandome a comer, algo así como una de las primeras salidas de novios, pero realmente ya habíamos salido juntos a comer cuando éramos sólo amigos y nunca me había avergonzado como ahora.

¿Por qué me pasaba esto a mí?

Me preguntaba mentalmente mientras revisaba mi conjunto escogido en el espejo.

Era un short semi corto aunque con pretina alta, combinado con notas que pasaban mis rodillas y un chaleco suave de algodón... todo de color negro.

Mi cabello me lo había dejado suelto y  a mi cara le había agregado sólo delineador de ojos con un labial suave en los labios.

El timbre de la entrada sonó y yo avancé hasta allá con un paso apresurado, me moría de ganas por verlo.

Abrí la puerta e inmediatamente sentí como mi cuerpo era elevado por los aires, con un agarre tan fuerte que no tenía miedo de caer.

-Hola mi hermosa novia- dijo mi novio mientras sonreía y me mantenía aún en las alturas.

-Hola mi lindo novio- dije dejando un beso moderado en sus labios, aguantando las ganas de rodearlo con mis piernas por su cintura.

-¿No me alcanza para hermoso?- preguntó con el ceño fruncido y yo reí ante su papelón de king drama.

-Para eso y mucho más- comenté tomando control de sus labios nuevamente, borrando su gesto ceñudo inmediatamente.

Seguimos unos minutos así hasta que me soltó para que fuera a buscar mi bolso y cerrar la puerta de mi casa.

Caminamos tomados de las manos hasta el auto, aunque él alegaba de que parara de saltar o me caería.

-¿A donde vamos?- pregunté desde el asiento trasero, acercándome a él por detrás y dejando mi mentón en su hombro.

-Ya lo verás- respondió e hizo caso omiso a mis quejas de curiosa.

El viaje fue muy entretenido, bueno, en realidad cualquier cosa que involucrara a mi novio y mejor amigo lo era.

BM estaciono el auto y bajo rápidamente para rodearlo y abrirme la puerta con una actitud de caballero o príncipe azul

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

BM estaciono el auto y bajo rápidamente para rodearlo y abrirme la puerta con una actitud de caballero o príncipe azul.

-Gracias- dije al sentir su mano cuando me ayudo a bajar, aunque después no se la había soltado.

-De nada- dijo jugando con nuestras manos y guiándome hasta un conocido local por nosotros.

Mi boca se abrió ligeramente al darme cuenta porque este lugar y no otro.

-Pensé que sería lindo volver al lugar donde comimos juntos la primera vez- explicó nervioso, ya que se masajeaba levemente la nuca- podemos irnos si quieres...

-Nono, está perfecto- dije borrando una lágrima loca que escapó sin permiso- esto es muy lindo.

-Y hay más- susurró y yo comencé a correr, obligándolo a que me siguiera.

Al momento de poner un pie adentro mi estómago gruñó, identificando el olor a pollo en el aire.

-Siganme por favor- dijo amablemente un chico que era mesero y nosotros obedecimos- ¿Qué desean ordenar?.

-Una porción de todos los platos del lugar por favor- respondió y yo lo quedé mirando atónita. El mesero asintió algo desconcertado para luego irse.

-¿Te volviste loco? -pregunté y él no hizo más que sonreír- Te gastarás todo tu sueldo del mes aquí.

-Quizás ese y de otros 3 meses más- respondió bromeando y yo sólo bufe, realmente saldría cara ésta salida.

-Entonces esa será tu excusa para no invitarme más- dije acusadoramente y él rió fuerte.

-Me descubriste Sominie... no se como pude ser tan obvio- respondió y yo ahora fuí la que reí fuerte.

El camarero llegó con dos bandejas llenas de cajas blancas y sobres con salsas, por lo que lo ayudamos rápidamente a dejar las cosas en la mesa antes de que cayeran al suelo por el peso.

-Muchas gracias- dije y el chico me sonrió demasiado, tanto que Matthew carraspeó para darle la señal de que debía irse.

Intrucié un poco las cajas, ya que no tenían ninguna escritura que indicara su contenido.

-¿Comenzamos con este pollo?- pregunté y mi novio aceptó, entregandome unos palillos y servilletas para comer esta delicia.

-¿Comenzamos con este pollo?- pregunté y mi novio aceptó, entregandome unos palillos y servilletas para comer esta delicia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Mmmmmmhhh...- solté un gran suspiro al sentir que la salsa acariciaba mis papilas gustativas.
Él sólo me miró y sonrió asintiendo, indicando que también le había gustado.

Así pasaron las horas, comiendo y bromeando por la cantidad de comida, además de varios chascarros por su parte que sólo me hacían reír y enamorarme más.

C.M.C (BMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora