Un bebé, un recién nacido.
Ella cargaba una bebe.
Le flaqueaban las piernas, el tembalaeo cesaría cuando cayera de rodillas a en la arena, estaba aterrorizada, y se podía ver como un hilo de sudor, con un deje de temor, salia desde su rubia cabellera hasta caer en la parte inferior de la ceja, la recién nacida dormía profundamente en la cobertura turquesa de lana.
Ella sabia que en el fondo tenia que matar a sus demonios, de alguna forma.
El sonido del mar, impactando contra las afiladas rocas aumentaba su anhelo de desaparecer de ese horrible lugar, que tan malos recuerdos le traía, se percató que la bebe había despertado. Tenía temor por su destino, el de ambas corría peligro, y esa idea la aterrorizaba casi tanto como la idea de tener que abandonar a su hija con unos días de vida.
El temor nos hace humanos, diferencia a la bestia de la humanidad.
Si, ella estaba aterrada, el miedo la venció, cuando una ola reventó con gran brutalidad, el clima no estaba a su favor, las grises nubes cubrian casi que por completo el azul cielo.
La rubia cerró los ojos, repletos de lágrimas ,dejó a la orilla del mar, la inocente criatura, con el corazón roto, el momento finalmente había llegado, la profecía no se había cumplido, pero si podia salvar a su hija de aquel cruel destino lo evitaría.
"Tu primero primogénito será castigado con el peor castigo de todos , por culpa de tus acciones"
Ella le dio un suave beso en la frente a la pequeña lleno de tristeza y dolor, después la dejó cuidadosamente a unos cuantos metros del mar con la cobertura, una pequeña caja musical y con una carta.
Ella desapareció corriendo sin mirar atrás, si miraba atrás, todo sería más difícil, más de lo que ya lo era.
Solo desapareció con el corazón echo añicos.
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Breathe Me
Fantasy-Will es bastante frío, honestamente este chico no lo tolero y el tampoco me tolera, si podemos no cruzamos palabra, es bastante agresivo y misterioso, hasta que me contó su secreto - suspiró Emma. -¿El es como tú?- me preguntó Sarah. -No, al contra...
