Razones para odiarte ;; Blossick

Final

Ya estaba todo decidido.

Brick iría a la Universidad de Virginia, mientras Blossom iría a la Universidad de Chicago, la de su ciudad.

Ya estaban en el aeropuerto, despidiendo a Brick, quien lo único que hacía era abrazar a todos.

–Prometo volver para las vacaciones, llamar una vez a la semana y mandarles mensajes– sonrió. Estaba feliz. Tanto como en el baile.

–Espero que no te olvides de nosotros, idiota– dijo Butch–. Recuerda que te estamos esperando.

–¡Bricky!– una voz chillona retumbó entre el grupo de amigos–. Escucha, entiendo que allá conocerás a más personas, sobre todo más chicas, y la verdad... Nosotros haremos lo mismo. Así que, pensé en...

–¿Terminar?– asintió–. Qué bueno que lo dices, porque yo lo iba a hacer.

–Bien– se encogió de hombros–. Pero nunca vas a encontrar a alguien como yo, tenlo muy en claro– rió. ¿Por que debía ser tan perfecta? ¿Por qué nunca podía competir contra ella?

–Ni tú– le sonrió–. Te voy a extrañar.

–Yo también te voy a extrañar.

Blossom quiso llorar. Él se había dado cuenta de todo lo que ella escondía en su interior.

Se dió cuenta que era verdaderamente increíble, y más que una cara bonita.

–De acuerdo, muchachos, es hora de irme– suspiró–. Les deseo la mejor suerte de todas, a todos.

–¿Vendrás en vacaciones?– preguntó su hermano.

–Supongo que sí. No podré sobrevivir mucho sin mis hermanos y sin mi mejor amiga– y por primera vez, la miró sonriendo–. Moños...

–No te preocupes por mí. Ya verás que todo saldrá bien. Aprobaré todas las materias, pasaré de año, haré nuevos amigos... Y quién sabe, quizás consiga un lindo chico para mostrarte que tú no eres el único en mi vida– le guiñó el ojo.

Mierda. Le di una estúpida indirecta.

–No lo dudo– rió–. Conseguiré a una chica tan linda como mi ex– la miró–, y tú estarás celosa– le sacó la lengua.

Ahora mismo estoy celosa.
Destruída también.

–Entiendo– le sonrió–. ¿Es una apuesta?

–Es una apuesta.

–Brick, ya sabes lo que digo: mejor condón en mano...

–Sí, Butch. Ya entendí eso. Mejor aplícalo tú con Buttercup.

–No vengas con un sobrino. De verdad te lo digo. Bueno, te lo decimos.– dijo Boomer.

Primer llamado para Virginia.

Es hora. Debes decirlo. Debes confesar tus sentimientos...

–Brick, ya es hora de irte– Gabriela, su ex novia, dijo–. Que te vaya bien.

–Gorra...– la miró– ¿Podemos... Hablar?– preguntó nerviosa.

No había pensado que le diría. Es más, ella no le quería decir, pero debía hacerlo.

–Claro moños.

Se dirigieron a una cafetería, lejos de los demás. Brick caminaba rápidamente, quería escuchar a su amiga pero no podía perder el avión.

–Bien...– tomó la palabra–, ¿Sabes que eres mi mejor amigo, no?

–Sí.

–¿Y que te voy a extrañar mucho?