El Cerezo De Akatsuki

¡Maldito viejo!

Los niños estaban jugueteando alrededor de una heladería. Era un puesto ambulante que se notaba que llevaba varios años en el negocio por el estado del carro. Eran helados artesanos. El viejo que estaba trabajando allí cobraba los helados a los niños y les sonreía amablemente.

Naruto fue el primero en acercarse y la amigable sonrisa del viejo desapareció casi instantáneamente. El viejo le miró con asco, con odio y miedo.

- ¿Podría po-

- ¡Vete de aquí niño del demonio! ¡Iros de aquí niños! ¡Él es un monstruo! -les gritó.

Los niños se fueron. No se sabe si fue porque le hicieron caso al viejo, si fue por miedo o porque simplemente no querían que alguien les gritase. De cualquier manera, todos se fueron y el viejo no paraba de gritarle a Naruto para que se fuera de allí. Él estaba incómodo por la situación ya que en poco tiempo, una gran cantidad de gente se había aglomerado a su alrededor.

- ¡Es un monstruo!

- ¡Debería morir!

- ¿No sabe que en esta aldea sobra?

- ¡Tengo una familia! ¿Qué haremos si nos ataca?

Naruto estaba con la cabeza agachada. Pudo utilizar el poder de Kurama pero no lo hizo. Sakura tiempo atrás le insistió mucho en que no debería utilizar su poder. No solo porque podría perder el control y destruir la aldea sino que también por él mismo. Sakura sabía que él no buscaba dañar a las personas.

- Señor -le llamó Sakura-. ¿Me da dos helados?

- S-Sí. ¿D-De qué sabor quieres los helado pequeña?

- Naranja y fresa por favor.

- Toma. Son 400 ryo.

- Tome.

Sakura le dio el dinero al viejo y el helado a Naruto.

- ¿Nos vamos?

- ¡Devuélveme el helado niña! ¡No dejaré que ese niño lo tome!

- ¡Cállate viejo malparido! ¡Estos helados los he comprado yo y le he pagado a usted! ¡No hay ningún problema!

- ¡Sí lo hay! ¡Ese niño es un monstruo! ¡Podría matarte!

- ¿Matarme? Si quisiese ya lo habría hecho pero no le he dado motivos. Este chico, Naruto-kun es mi amigo, mi mejor amigo -corrigió-. Vosotros sí le habéis dado motivos para mataros y él perfectamente puede hacerlo... Pero no lo hace incluso teniendo poder. La próxima vez no será él quien os mate, seré yo personalmente como volváis a hacerle esto a mi amigo.

Sakura camino hacia la gente y estos le abrieron pasó. Naruto pasó detrás de ella. Levantó la mirada y vio que las personas estaban viendo hacia abajo. No podían mirarse a la cara por la vergüenza que sentían. Pero poco duró. Konoha era muy grande y poco tardaría en que los rumores de que el chico del Kyuubi, el monstruo para los vecinos, se había conseguido una amiga.

Algunos decían que le había obligado a decir eso para conservar su vida, otros decían que la pequeña esta siendo extorsionada por tener información de ella, otros que ni siquiera eran amigos y que solo era una misión de escolta impuesta por el Hokage...

La verdad, la única verdad, solo la conocían unos pocos. Unos pocos afortunados que habían conseguido ver la cara amable y sonriente de Naruto.

Kakashi que había visto la escena, había pensado en decir algo pero al ver la valentía y el discurso que había dado Sakura, prefirió dejarle todo el protagonismo a su alumna.

Sakura y Naruto fueron a un parque cercano. Se sentaron en uno de los bancos y se comieron tranquilamente los helados. De vez en cuando un niño pequeño se les quedaba mirando y observaba los helados con muchas ganas, pero entonces su madre venía y les alejaba de los chicos.

Ante eso lo único que hacían era reír. Les dolía que la gente se les quedará mirando pero era un dolor que los dos estaban soportando juntos. Una porque le recordaba a su terrible infancia y otro porque se les quedaban mirando por él.

- ¡Ese maldito viejo! -exclamó enfadada-. ¿Cómo se atreve?

- Ya sabes que es la costumbre 'ttebayo. Te acabarás acostumbrando. Suele pasar cada día. Siento que tengas que pasar por eso por mi culpa.

- ¡Que asco de gente! Aunque es cierto que luego hay personas que merecen la pena, todas las cualidades buenas se van a la basura por culpa de los prejuicios. Y tú, que nunca les has dañado, es como si les estuvieras dando permiso.

- No les doy permiso. Es que si les ataco me tendrán más miedo que antes. Quiero ser Hokage y protegerles, no dañarles. Quiero cumplir mi sueño sin darles miedo 'ttebayo.

- Algunas veces suenas muy maduro... Pero otras pareces un niño de 5 años -rió.

Naruto no se molestó por su comentario porque sabía que su amiga tenía razón. Rieron juntos y después volvieron al apartamento. Un día "tranquilo" en la vida de ambos.

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- ¿Y bien? -preguntó Itachi incómodo por las miradas de sus compañeros.

- ¿Cómo le va a la pequeña? -preguntó Kisame.

- ¡Sakura-chan es una buena chica! ¡Como Tobi! ¡Le irá bien!

- Quiero asegurar -dijo Kakuzu-. Si le pasa algo será una gran perdida para mis ingresos.

- Ella esta bien. Parece que hay dos chicos en su equipo.

- ¿Quiénes? -preguntó Kisame serio-. Da igual, se van a quedar sin descendencia igualmente.

- No deberías ser tan sobre-protector. Sakura-chan no es tu posesión. No puedes evitar que ella se enamore -le volvió a decir Konan.

- Pero si puedo evitar que los chicos no se atrevan a acercarse.

- Ya, ya. Tarde o temprano Sakura se volverá adolescente y no podremos evitar que se enamore. Es normal en la juventud -dijo Sasori.

- No podemos evitar que alguien le rompa el corazón, lo único que podemos hacer es estar ahí para ella -dijo Pain.

Le miraron extrañados, menos Konan. Ellos recientemente habían comenzado una relación y había descubierto facetas suyas que nadie conocía.

- Pain tiene razón.

- Lo se -dijo Obito-. No podemos defender o proteger a Sakura de ese dolor cuando a nosotros también nos afecta. La única manera de protegerla de eso es no teniendo corazón, aunque también le hacemos daño a ella al no poder sentir o dar el cariño que ella siente hacia nosotros. Es una espada de doble filo.

- Sakura aún es joven -dijo Zetsu-. Además de que el chico con el que vive solo lo considera un amigo.

Los Akatsuki se le quedaron mirando entre sorprendidos y molestos. Nadie les había comentado que Sakura estaba viviendo con alguien, mucho menos con un chico.

Ese día, una pobre montaña fue destruida por el enfado de Deidara.