En mi mente se me acumulaban las cosas pero una de las más importantes es como sacar, al príncipe de mis tierras
-conde Adam -
-hola Alex ya está listo-
- si - entramos a mi cuarto tenía que cambiarme - y como es la chica es la misma de la que habla el vanidoso?-
- si lo es- más preguntas que intentaban tener una respuesta pero aún no lo lograba
- y que aras-
- no lo sé, tengo que pensar, pero hoy no iré a mi boda y lo que pase después, lo solucionaré después -
- eso es bueno y créeme este cuarto quedara muy bien -
- eso espero, confió en ti- tocaron la puerta y se deslizó despacio
- mi señor ya estamos listos -
- vamos para halla-
Ya en la catedral ya nos esperaban los señores más importantes y como se conoce en la filas de enfrente ocupadas por los maestros , de ahí le seguían los comandantes, los señores abarrotaban los demás espacios , se pusieron de pie cuando el violín comenzó a sonar, ella caminaba así nosotros de la mano de Nicolás, Nicolás tenía que llevarla dado que él fue el que estuvo con ella. Bajo su tutela, al llegar a nosotros, el catedral sentó a todos los demás, me, coloque de frente a ella mirándola, sabía lo que tenía que hacer, solo esperaba el momento retire los boto de mis hombros, tome la capa de azul celeste y deslizándola, envolví su hombros, la tomo sosteniéndola el catedral extendió así mi la pequeña cadena dorada, atando los dos botones, retire mis manos el catedral asintió así ella, en su cuello tenia una linda cadena, con una luna creciente al final. Se la quitó despacio, me incline un poco y la dejo caer en mi cuello.
Esto era sencillo yo la protegería aceptándola en mi casa, le seria fiel y la mantendría a salvo, eso era lo que significaba en pocas palabras ponerle la capa; en cambio al ponerme el collar significaba que su lealtad y fidelidad estarían con migo.
De aquí lo demás lo así el catedral explicaba algunas cosas sobre la capa y el valor que tenía ante el pueblo y todos los demás y por ultimo las copas, beber de la misma copa esto sería el final de la siega. Giramos así lo demás y en respuesta inclinaron sus cabezas en símbolo de respeto, contestamos el saludo dándole paso a la festividad.
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EL CONDE
RandomIsabel, una chica como cualquier otra decide ir a ver a su tía lo único que no sabe es que su visita cambiara el rubo de su vida y la de las persona cercanas a ella. al llegar el día menos indicado o el mas preciso