Capitulo 5

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La mañana siguiente de mi semiaventura de toda la tarde con los vinos de mi vecina, lo primero que noto es que estoy en mi casa. Eso parece ser bueno, pero los dolores que siento en cada musculo del cuerpo hacen que piensen que pelee con un vikingo y por supuesto salió ganando. La segunda cosa es que apesto a alcohol y a borrachera, y eso me da un retorcijo en el estómago que provocan las arcadas. Me siento de golpe, lo que no ayuda a la situación actual y veo que solo traigo mi ropa interior. No pienso en eso demasiado solo corro al baño y me abrazo al inodoro durante la siguiente hora mientras me maldigo por ser una idiota, por tomar tanto, por aceptar la invitación de la vecina, por el día en que nací... en fin. Maldigo y me quejo de todo lo humanamente conocido. Hasta que me arrastro a la ducha y me doy un baño para despejar mi cabeza y el mal olor que siento en toda mi. Mientras me baño descubro varios moretones en el costado de mis piernas y brazos. Parece que de verdad me pelee con alguien, que carajos me paso anoche? Voy a tener que preguntarle a Lauren. Después de secarme y vestirme, siento como vuelve algo a mí, me siento persona de nuevo.

Busco mi celular por el apartamento, pero solo encuentro mis útiles y llaves en la mesa de la cocina. Nada del celular. Aparte de que no sé qué hice anoche y de cómo llegue a mi cama, vaya a saber uno donde olvide mi celular. Me preparo un café y al buscar la taza encuentro una nota pegada a algo: Mi celular apagado. Bien! Apareció! Lo dejo cargando, pero no lo prendo. Lidiare con los mensajes de Alex, de Shaw o del mundo después.

"Fue un hermoso momento vecina. Lástima que se me termino el vino. Por cierto, tal vez debas tomar algo para el dolor. Te caíste. Varias veces. Y supongo tienes varios golpes. Mi novio te llevo hasta tu casa (pesas un montón dormida). Pero no te preocupes, yo fui la que te desvestí para que puedas dormir cómoda. Hablamos después.

Lau"

Que dulce. Entonces la pelea la tuve conmigo misma. Realmente que manera de dejar una buena primera impresión. Y el novio me vio en mi peor estado. Bonito. Me sirve la bebida sagrada y suspiro. El aroma del café puede curar cualquier cosa. Sobre todo mal humores. Presiono la taza tibia sobre mi frente. Relajante. Todo es silencio, paz y delicioso... Hasta que golpean, no, tratan de echar la puerta a golpes.

-Abre la maldita puerta Liz! Sé que estas! Puedo sentir el olor al café negro desde la plata baja!

Mierda. Alexa. Yo y mi café ultra negro no estamos contentos. Pero contra mis instintos, me arrastro hasta la puerta y la abro.

-Que carajos te pasa Liz, te llame mil veces. Vine anoche. No te encontré. Donde mierda te metiste!

-Respira Alex. Y no grites. Me duele la cabeza.

-Que no grite!!! – y me mira por fin. – Quien te golpeo!! Y donde esta para matarlo!

Cierto! Mis brazos parecen un racimo de uvas. Y mi cara debe estar totalmente llena de ojeras.

-Nadie me golpeo nena. Me emborrache con la vecina y me pele con los muebles y e l piso. No gane. Una pena. Estoy segura que con más entrenamiento, la próxima gano. Deberíamos apostar.

-Primero, en una pelea con el piso y los muebles, siempre, escucha, siempre, ganan ellos. No tienes oportunidad. Y segundo. Porque no me invitaste! Yo quería alcohol! Quería ver eso! Ahora me siento mal. Y tu deberías sentirte peor, mala amiga. Me escondes secretos, no me quieres contar que te pasa y lo peor de todo, tienes fiestas con vecinas nuevas y pisos desconocidos. Mal, Liz, muy mal.

-Te amo Nena. La llamada era de el.

-por el amor de Dios no me digas que volvió a llamar?

- Y a escribir. Peor no leí sus mensajes. Me tiene cansada. Te lo juro, no me deja pensar ¿Que es lo que pretende? Joderme, creo que es su pasatiempo número uno.

Ni en tus mejores sueños, cariño.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora