¿Quién es el objetivo? Katsudeku/Bakudeku

A inicios (Parte 1)

¿Alguna vez escuchaste que una persona es más bella cuando ignora que lo es?

Pues Midoriya Izuku era sin duda un omega de esos; ingenuo, tímido y demasiado inseguro de sí mismo para ser verdad.

Quizás era a consecuencia de la falta de cumplidos que tanto amaban recibir los donceles, todo por culpa de las malas tácticas de conquista de Bakugo a lo largo de su infancia, o simplemente era tímido por naturaleza. Fuera lo que fuera, eso evitaba que Deku pudiera ver a través del espejo lo hermoso y perfecto que se veía dentro de la túnica rosa palo que Kaminari terminaba de atar a sus espaldas.

Era un nuevo día, uno muy tranquilo y sereno. Masaru había decidido que ese era el día perfecto para escoger y probar la ropa de gala que utilizaría Deku en el próximo congreso de Alfas donde lo presentarían oficialmente como nuevo integrante de los Bakugo.

¿Qué porqué era el día perfecto?
Pues por el único motivo de que el principal trio de alfas aún no retornaba a casa desde la disputa de la mañana anterior.

Katsuki debía estar muy enojado, con la rabia a tope, y Mitsuki junto a Todoroki debían estarle dando una buena pelea tratando defenderse y cuidar sus traseros...

Masaru ya se había acostumbrado a escenas como esas (en ocasiones eran semanas de: 'corre que te atrapo' y 'defiéndete si puedes'), donde diablos se habían metido no le importaba para nada, los sentía dentro de los límites de la barrera y con eso bastaba.

Katsuki podía dejar salir su rabia como quisiera y la manada no resentiría el dolor de la paliza que la rubia y el mitad-pelirrojo seguramente estaban recibiendo. La manada seguiría en paz mientras él así lo deseara. Es era uno de los hermosos dones que había recibido cuando dio a luz a su rabioso Katsuki y el motivo por el cual una Madre era una pieza clave dentro de una manada.
El don de la inhibición...Mitsuki podía luchar sin preocupaciones de que su dolor repercutiera en los sentidos de la manada.

Era un don muy práctico también, mientras él no dijera las palabras claves, Mitsuki y Katsuki no podían matarse entre sí porque pondrían en peligro a la manada, una manera de mantenerlos calmados y al límite...

Bueno, regresando al hilo, sin duda Masaru como Madre era ejemplar y muy astuto, le había dado pase libre a Katsuki porque distraídos, y sin el par Bakugo al acecho, podía vestir y desvestir al pecoso como se le diera la gana, sin interrupciones innecesarias, ni comentarios explosivos, tercos o celosos.

Tenía muchos conjuntos a su disposición, pero se había declinado más por una hermosa túnica en rosa pálido que guardaba celosamente en su armario para que un día lo utilizara el destinado de su hijo, era elegante y algo atrevido, le entallaba perfectamente al pequeño cuerpo, es más, parecía como si hubiera sido diseñada especialmente para el peliverde, se veía verdaderamente bien en su muñequito de porcelana.

Deku podía competir a la par con ángel. No, más bien sería muy fácil confundirlos. El traje era magnífico, el color pálido se acoplaba exquisitamente con el cremoso color blanco de su piel. La seda caía como cascada por su cuerpo y la particular sorpresa que tenía el traje en la parte trasera de su espalda harían que Deku fuera el centro de atención de la asamblea, ningún odioso omega con sus anticuados atuendos competiría con el traje que le mismísimo Masaru había escogió para su niño. Dejaría a todos sin palabras y sin duda llamaría la atención de las hienas y esa persona en específico...

Ahí recaían todas las intenciones, del hecho de que Deku estuviera despampanante ese día dependía que el plan de Katsuki fuera un éxito. Esperaba que el insolente, imbécil y profanador pedófilo mordiera el anzuelo como el imbécil que era.

Aunque Katsuki además de encargarle el trabajo de la vestimenta también le había advertido sobre Midoriya mientras le comentaba el plan de emboscada: -"Algo agraciado, pero sutil ¡SUTIL! ¿entiendes? ¡Solo necesitamos atraer su atención! ¡No me hagas querer matar a todo el que lo vea!". - ¡Bah! Pura palabrería... Los omegas eran vanidosos y bellos por algo... Un estúpido y posesivo alfa no podía decidir cómo vestir a un omega, los celos de su hijo le resbalaban, el sacaría a relucir toda la belleza de su pequeño y que Katsuki se aguantara!!

-"El rosa te queda muy bien, Midoriya". - Denki al lado izquierdo de Deku lo miraba a través del espejo con ojo crítico buscando alguna imperfección en el traje para remendarlo mientras tuvieran tiempo... repasó su figura de pies a cabeza, afortunadamente no encontró ninguna. Satisfecho, exhibió una radiante sonrisa. -"Esto es genial... no me debo preocupar por que yo o mi atuendo opaquen al tuyo el día del congreso... ¡Es que es simplemente imposible! ¡Midoriya, estás a otro nivel!".

-"Creo que exageras un poco, Kiminari-kun". - Deku no estaba acostumbrado a los cumplidos y más que sentirse bello se sentía algo incómodo. El traje era bonito, no lo negaba, pero tampoco le convencía del todo. La parte de adelante se veía como lo más normal del mundo, pero la parte de atrás... Deku se giró de lado y posó para poder observarse mejor.

Comenzó por su desordenada cabellera, bajó hasta la nuca y se detuvo un momento ahí para admirar su marca con ojos llenos de cariño... recordó a Katsuki... no había llegado a dormir la noche pasada y solo habían pasado algunas horas, pero él ya sentía que podía morirse de la soledad, en serio, lo extrañaba muchísimo...

Después, fijó su mirada a la parte posterior de su cuerpo y explotó en un sonrojo ¿Esto era lo que los omegas de jerarquía consideraba algo normal?
En la zona de su espalda, sus e pecas saludaban a todo mundo, coquetas indiferentes, gracias al gran escote que finalizaba en su cintura, pero sus mejillas quemaron aún más cuando el juguetón viento le cosquilleó la tierna piel de sus omoplatos. -"¿Seguros que Kacchan no se enojará por esto?". - Deku tenía la voz en un hilito de lo avergonzado que se sentía.

-"De eso no te preocupes... Nuestra ropa, maquillaje y peinado son nuestro lujo, él no tiene ningún voto dentro de estos temas...". - Denki le quito importancia y Masaru lo afirmó asintiendo con la cabeza. -"Más bien, deberías preocuparte por cómo le vas a decir a tu madre que ya no eres un omega libre... Según tengo entendido, ella no sabe nada de tu vínculo con los Bakugo". – Y era verdad, Izuku desde su posición, cambio toda su carita sonrojada de la vergüenza por una extraña mueca de angustia y sorpresa... sus ojos se desorbitaron y sus latidos se alteraron en el momento en que su mundo rosita se chocó tan de pronto con la realidad... la había olvidado... había olvidado a su protectora madre "Reprueba alfas" que toda su vida se la dedico a cuidar a su hijo del mundo exterior para que ningún alfa pudiera llevárselo...

Estaba en problemas...

¿Cómo se supone que le iba a contar a su SobreprotectoraMadre que había conseguido un vínculo y una manada completa en un solo día? ¡Si solo con haberle presentado a Todoroki ella se había desmayado de la impresión!...y un esposo... tan de repente... no quería ni imaginárselo.

Ella en verdad colapsaría.

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¡Vaya! ha sido mucho tiempo... jajaja pero esto no termina aquí. Hay segunda parte.

¡Los extrañe!!