Angustia.

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Febrero 2009

Angustia.

Estado de intranquilidad o inquietud muy intensas causado especialmente por algo desagradable o por la amenaza de una desgracia o un peligro.

Era un sentimiento que Alelí nunca había experimentado a sus cortos 7 años de edad. El constante palpitar de su corazón la había asustado por un momento, pero este había sido opacado por los fuertes gritos y llantos que se escuchaban en la blanca y grande sala de urgencias.

Pequeñas lágrimas caían por sus regordetas mejillas, sentada en una incómoda silla tenía sus pequeñas manos en su regazo y cortos sollozos salían fuertemente de su boca.

No podía parar de llorar. ¿Pero cómo podría dejar de hacerlo? La imagen de su padre seguía intacta en su mente. Imágenes que hacían que su frágil y pequeño corazón se rompiera poco a poco.

Observaba a las personas a su alrededor. Gritos, llantos, suspiros,

¿Era este un lugar en el que una niña debe estar?

Sus manos se movían con temor, ese temor de saber que su padre estaba mal, que estaba sufriendo y con la inocencia de una niña deseaba apropiarse de ese sufrimiento.

- ¡No!

Un fuerte grito repentinamente dejo la sala en silencio.

¿Qué fue eso?

Sus ojos buscaron rápidamente el origen del grito, observo con miedo como una mujer apoyada en el suelo gritaba y como sus manos frenéticamente golpeaban el mismo.

¿Qué sucede?

- Mi hijo, mi hijo, mi hijo...

Lentamente los gritos de la mujer
se convirtieron en susurros desesperados, la incredulidad y el dolor se reflejaban en sus ojos, y las lágrimas cayendo demostraban la tragedia que había llegado a su vida.

- No...

Su voz ya era tan solo un suspiro, sus ojos se cerraron y su debil cuerpo en poco tiempo estaba plenamente en el suelo. Algunas personas ayudaron a levantarla, llevándola sobre una camilla por un oscuro pasillo.

El ruido de la sala volvió tan pronto cómo la mujer fue sacada de esta, todas las personas olvidaron lo ocurrido y se centraron en sus propios problemas, como si aquel suceso nunca hubiera ocurrido, pero los ojos de Aleli la siguieron, aún despues de verla alejarse miraba fijamente ese pasillo.

- ¿Su hijo? ¿Qué le sucedió a su hijo?

Fue la primera vez que vio a alguien reaccionar de esa manera, la primera vez que vio tal dolor en los ojos de alguien, la primera vez que escucho gritos tan desgarradores...

Pero no fue la última vez que vio algo así. Poco imaginaba la inocente niña, que aquella mujer era un futuro reflejo de ella.

**

- ¡Aleli! ¡Aleli!

Una suave voz la hizo salir se sus recuerdos.

- ¿Estás bien? ¿Sucede algo?

- No es nada, no importa. - susurro, mira su telefono. 2:13 pm. - Ya es tarde, debo irme, lo siento.

**

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