Abril/Mi agnosticismo se desvaneció

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Nunca creí en las miradas de los enamorados,
en las palabras que aman,
en los besos accidentados,
en los días de abrazos,
yo nunca creí en nada.

Pero le tendría que decir a los no creyentes como yo,
que observaran tus ojos más azules que el mar,
que por un instante se vieran reflejados en ellos así sin parpadear,
que te observaran dormir a las 5 de la mañana, con tu cabello cubriéndote el rostro,
como quien le da certeza a lo que ni siquiera la puede tener,
que se fijaran en ese lunar que tienes a lado del ombligo,
que sintieran tu boca recorriendo la piel como agua de fuego,
que te escucharan reír a carcajadas,
como la noche embriagada escucha al viento reír con intensidad,
que por un momento tomaran tu mano creyendo.

Y sí amor,
parece ser que hoy,
yo ya creo.

Hay mariposas en todas las estaciones. PoemarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora