capítulo 16

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Para checar algunos papeles, Eydan estaba de espaldas, ella le toca el hombro :
¿Ryan? ¿Eres tú?
Eydan: No, yo soy su hermano (seguía sin voltear )
Catalina: ¿Hermano? (lo voltea)Oh por dios... ¿gemelos?
Eydan: claro, y estoy aquí por una razón
Catalina: ¿cuál es?
Eydan: vengarme de Ryan, lo detesto, jamás debió de haber sido mi hermano... ¡No debió haber existido!
Catalina: creo que ya te comprendo, quieres eliminar su nombre del mercado, ya que murió, no va a ser tan difícil (pone una sonrisa malvada y se sienta en la silla del escritorio)
Eydan: exactamente, y yo sé que tú eres el elemento perfecto para ayudarme
Catalina: tú dime lo que tengo que hacer y con mucho gusto...
[Eydan y Catalina hablan de su plan para eliminar el nombre de Ryan de todo lugar]
Pasó el tiempo y la empresa se vino abajo prontamente como Eydan se encargó que todo el mundo se enterara que Ryan estaba muerto. Y él, cambió todo en absoluto, pero se quedó con los mismos clientes de antes, y su empresa se hizo exitosa, dándose él mismo los créditos con ayuda de Catalina, la cual llegó a ser su esposa. Así es como Eydan cometió un plagio con la empresa, presentándola como suya, cuando solo cambió el nombre...

Al fin Ryan despierta en su recámara.
Ve por todos lados, y ve a una enfermera a su lado checándole la bolsa de suero.

Ryan: ¿Qué sucedió?
Enfermera: Vaya, que bueno que despertó, ¿recuerda dónde está?
Ryan: sí, todavía recuerdo esta habitación, ¿Pero porqué parece que me acabo de levantar de un sueño muy largo?
Enfermera: Usted sufrió un grave accidente de coche, y pues como nadie daba razón de usted decidimos traerlo a su casa
Ryan: No comprendo...
Enfermera: estuvo en coma, desde hace 2 años
Ryan: ¿¡Dos años! ?
Enfermera: Sí, dos años
Ryan: ¿y usted ha estado al pendiente de mi estado?
Enfermera: Pues no, hace un año que intercambiamos con otra compañera, pero eso no importa, lo que nos interesa es que usted está bien
Ryan: es verdad... ¿nadie vino a verme?
Enfermera: No, salvo la doctora Acacia, que es la que llevaba su diagnóstico
Ryan: ¿Acacia Medina?
Enfermera: Sí, ella... ¿la conoce?
Ryan: La verdad recuerdo que tengo el título de médico, pero nunca lo llevé a la práctica por razones distintas, pero ella fue compañera mía en la carrera
Enfermera: Vaya... pero ella no lo reconoce ni en lo más mínimo
Ryan: sí, debe ser... ha pasado muchísimo tiempo desde que dejamos de vernos
Enfermera: pues ahora podrá verla de nuevo, ella vendrá en una hora más tarde
Ryan: bien, gracias
Enfermera: Por nada, le prepararé algo de comer
Ryan: muchas gracias

En el transcurso del día Acacia llegó a ver a Ryan, conversaron un buen rato, y después Ryan le preguntó a Acacia si podría regresar a la oficina.
-Por el momento a trabajar no, ya que estuviste mucho tiempo en coma y pues no sería lo más viable- le dice la doctora
-Comprendo, pero necesito arreglar un asunto solamente -
-está bien, pero no te esfuerzes demasiado -
-No te preocupes, te haré caso-

Y Ryan sale al día siguiente para ver que tal van las cosas por la oficina. Él llegó y vio todo diferente, comenzaba a sospechar...
Catalina llegó y cuando lo vio sentado, se sorprendió muchísimo
-¡RYAN! ¿VIVO? Es increíble no puedo creelo-
-Pues claro que estoy vivo, ¿qué esperabas? Estuve en coma dos años y nadie fue a verme-
-yo supe que estabas muerto, estuve dos años llevándote flores a tu jodida tumba, y sin saber que estabas en coma solamente - dice con voz molesta y "entrecortada"
-No estaba en mis manos avisarte, mi problema no fue, además todo pasó por seguirte la corriente y por caer en tus trampas, estoy muy molesto contigo, no quiero saber nada más de ti. Estás despedida-
-¡Ja ja ja! Como si pudieras hacerlo-
-Claro que puedo, sigo siendo el dueño de la empresa-
-si como no, el dueño es mi esposo-
-¿Esposo? ¡Estás loca! Esta empresa es mía -
- ¡Ajá! Ahora tú no existes, todo el mundo sabe que estás muerto, nadie se acuerda de ti, no eres nadie... ahora Eydan es quien ejerce el poder en los negocios-
- ¡Imposible! Me han robado-
- Pues habla con Eydan, eso si te escucha-
- Esto no...

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