29.Rompecabezas..

459 25 10
                                    

—¿Te puedo preguntar algo?..

—Adelante..

Dijo tomandole poca importancia, tal vez, eso cambie en unos minutos..

Moje mis labios ante sus ojos curiosos, odio cuando me llama sin siquiera hablarme.. Las palabras son fáciles de pensar pero difíciles de artícular..

—Tú y yo...—Mordí internamente una de mis mejillas, el alzo las cejas confundido, era claro ¿Quién no lo estaria?..—¿N-os besa-amos alguna vez?..

Su rostro había pasado de ser introvertido y serio a una expresión de: ¿¡Qué demonios acabas de preguntarme!?..

—Lo siento—Me mordí el labio inferior—Si no quieres decír algo, por mi, esta más que perfecto.

—Sí, lo hicimos..

Dijo de forma tan directa y sincera.. Casi sorprendente, pero, su rostro se tiño de un color rosado muy pálido y sus ojos ahora miraban despreocupadamente hacía la ventana, tratando de evadir lo que parecian recuerdos incomprendibles.. Cruzo sus brazos y yo tal vez, ya estaba al borde de arrepentirme de aquella pregunta..

—Aveces hablas muy a la ligera..

Le dije en un tonó neutro.. El volteo hacía mi y mojo sus labios esperando argumentar algo interesante..

—No podría mentirte—Miro el suelo y se mordio aquel labio inferior de forma provocativa y inconsciente.. Para mis hormonas era una señal de "Quiero algo más"..—Si me miras de esa forma, nunca podre mentirte..

Y otra vez daba en el puntó indicado, parece como si cada palabra la sacara de un manual para enamorar chicas hormonales y tontas como yo.

—No se que decir..—Moje mis labios—¿Lo hice bien o de plano necesito un manual para besar?..

Y si era una estúpides, pero, me preocupaba que de alguna forma esa sea la razón por la que no se ha dado el "Siguiente paso".

El me miro con picardia y curvio una ceja..

—Puede que seas la mejor que me ha besado—Se mordio el labio inferior de nuevo, ¿Estara provocandome?..—O puede que no..

—¿Estás jugando conmigo?..

Frunci los labios..

El se dejo caer de forma más relajante en el sofá y puso sus brazos detrás de su nuca..

—Seria difícil jugar contigo y no caer en una tentación..—Fruncío los labios y miro de nuevo el suelo—¿¡Qué demonios tiene el suelo que yo no tenga!?—volvio su vista hacía mi y la hizo de una forma pesada que debieron subir los colores a mi rostro que ahora se desborda en un calor insipido..—No eres la clase de chica que se olvida de un dia para otro.—Tomó aire y dejo caer la cabeza más hacía atrás..—De verdad que no lo eres...

Al abrir sus ojos, otra vez me miraba devorandome, como si yo fuese algo inusual en su lista de cosas inusuales.. Parecia como si quisiera hacer algo, pero, lo detuvieran reprimiendo ese fatal deseo..

—¿Dé que hablas?..

Dije acercandome al borde de la camilla, el sofá a centimetros de esta me daba la oportunidad de que mis acercamientos fueran más que roces... Me sente en el borde sobre mis rodilla y una de mis manos se pozó en su mejilla, mi pulgar acarcio su rostro en busca de algo más..

El se acerco a mi un poco, dejandose llevar por ese magnetismo inexplicable y tomó mi rostro entre sus manos.. No sin antes, con sus ojos recorrer por completo cada razgo vacio o expresivo que pudiera guardar mi avergonzado rostro.

Enamorado de la Muda...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora