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Me dirigía camino a la escuela, el día estaba triste, nublado, sin vida. Observaba el palido suelo color cemento, pensando en lo aburrida, y cotidiana que era mi vida. Observé que en el suelo yacía pequeños circulitos obscuros, ¡estaba comenzando a llover!

— ¡No, No, No puede ser! —gruñí en voz baja, y comenzé a correr hacía la escuela. Una vez dentro de la antes mencionada, subí rápidamente las tétricas escaleras de marmol, hasta llegar al aula. Sentí todas las frías, y penetrantes miradas sobre mí,irónico,¿no?. La primera clase que me tocaba era "Historia". Tomé asiento a un lado de mi mejor amiga, Paola.Una chica muy dulce, a la que molestan mucho por no tener un físico perfecto.

— Hola...—murmuró en un tono demasiado bajo, observándome. Era callada, reservada, y tímida. Tenía una imaginación hermosa, siempre imaginaba las cosas que había más allá de las estrellas.

— Hola, nena. —sonreí de manera tierna, dandole la confianza que anhelaba. Sus ojos se iluminaron, pues no todo el mundo le hablaba así.

La clase pasó con rapidez, agradecí a Dios por eso. Una vez en el recreo, me senté con Paola en algún lugar alejado de los demás, sólo quería distraerme.

— El maestro dijo que...—y comenzó a hablar sobre trabajos, y proyectos. La interrumpí poniendo una mano sobre su boca. ¡La escuela me hartaba!

— No quiero saber nada de materias, ¿está bien? —le sonreí de la manera más tierna posible. Me observó seria, y suspiró con pesar. Yo sólo le miraba de manera tierna, para convencerla. Un silencio incómodo apareció. Maldecí mentalmente.

— Ah, está bien, _____ —sonreí, siempre salgo victoriosa.

— Bueno, hoy tengo la labor de llevar a mis primos al parque...¿me acompañas?

— Tengo mucha tarea...—mencionó tímidamente aferrandose a su mochila. Siempre tiene tareas,nunca salía, y no tenía casi amigos.

— Está bien...—suspiré con pesar, y saqué de mi mochila las galletitas que mi madre había preparado la noche anterior.

Las clases pasaron rapido,gracias a Dios. Se preguntarán; ¿porqué no fuiste a la cafetería? ,y la respuesta es; yo no almuerzo allí. Bueno, llegué a casa, luego de darme una ducha, y comer algo ligero, encontré una nota en la nevera de mi madre.

"Cariño, hoy no llegaré a casa temprano, quizás ni llegue, lo que significa que tus primos no irán. Cuídate, en la nevera está la cena, caliéntala. Te ama, Mamá."

— Mierda...—susurré molesta. Mi madre nunca está en la casa,mi padre vive con otra mujer, y mi hermano debe estar en la casa de algunos de sus amigos, jugando videojuegos. No me queda más remedio que usar la laptop hasta quedarme profundamente dormida.

Jeff,¿qué pasó después? [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora