Un minuto.Sesenta segundos de silencio.Y los más largos de mi vida.En los cuales tenía todas las facciones de mi rostro, bajo el dominio de los ojos café de él.Nunca me sentí tan incómoda, me sentía juzgada por mis horribles facciones, como si fuera basura ante sus ojos que deben de estar acostumbrados a ligarse a modelos de revista.Aclaré mi garganta y retrocedí, con la respiración acelerada y un nudo en mi garganta.
-¿Estoy despedida?-pregunté sabiendo la respuesta.
-No-respondió al instante-¿como era su nombre?
¿De verdad?, ya lo escuchó dos veces este día.No puedo creer que quiera saber mi nombre después de haberme mandado ese accidente con las listas.
-Taylor Swaf- dije seria intentando apagar un poco los nervios que sentía, mis manos estaban jodidamente sudadas.
Ya no podía aguantar su profunda mirada, asi que corrí rumbo a la salida, llevando por delante a dos mujeres con uniforme de limpiezaambas me miraron algo preocupadas por mis lágrimas.
Bajé por el ascensor hasta la puerta principal y tomé el primer taxi que pude parar, en cuanto subí vi como en las ventanas del vehículo se notaban gotas de agua de una futura tormenta.No puedo creer que ese imbécil me haya echo sentir una basura por dentro y fuera.
Habían pasado dos semanas en mi nuevo trabajo y en el medio aprendí a no ser despistada y a ser más responsable, aunque los problemas que me dieron mis superiores lo hicieran más difícil,en especial los pedidos de mi jefe a quien tuve que esforzarme en evitar mirar, siempre que cruzaba por la recepción sentía su mirada sobre mi o quizás es solo mi imaginación.El lado bueno es que me hice amiga de una tal Kate, es la que ahora ocupa mi cargo anterior, nuestra amistad creció de los "tips" que le brindaba, y de las burlas que le hacemos a los residentes.
Como siempre a la vuelta de mi jornada laboral tomé el bus.Vivía en un edificio el cual era uno de los pocos establecimientos "rústicos" de esta zona, los demás ya pasaron por la remodelación.Como era habitual saludé a Evan, un anciano que era el portero del lugar él siempre me daba las noticias meteorológicas, pero esta vez tenía noticias distintas:
-Hoy vino un joven y preguntó por usted,lo dejé subir solo porque tenía la llave asi que pensé que ya lo conocías.
Un escalofrío recorrió mi espalda ¿joven?, las tres únicas personas que tenían la llave de mi departamento eran mi mamá, que nunca me visita porque vive muy lejos de aquí, mi mejor amiga Megan, quien se fue de viaje con sus padres, y el mismo portero.
Algo anda mal.Creo que Evan estuvo mal en dejar subir a ese "joven".
Subí las escaleras hasta el cuarto piso donde saludé a mi vecina Eva, una mujer de treinta y tantos, viuda y con dos hijos Walter y Sky.
-¿Eva tu no vistes quién...-y antes de que termine entró a su departamento al oír llantos.
Suspiré y busqué la llave en mi bolso, al encontrarla, cerré mis ojos nerviosa y lista para encontrar a algun violador o ladrón o narcotraficante, abrí la puerta.Antes de que soltara un grito veo un cuerpo masculino acostado en mi sofá, mirando Netflix en mi televisión.
-¡Oiga!-grité luego de tomar el gas pimienta que siempre dejo junto a la puerta, la figura masculina se puso de pie y quedé muda al ver su rostro, era mi primo Christian-¡Christian!
-¡Primita!-grita antes de abrazarme con fuerza, le correspondí el abrazo a pesar del susto que tenía, pude notar como su espalda y sus brazos tenían varios meses de gimnasio-vaya como has cambiado, dejaste atrás los frenos y las coletas con fijador.
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Un secreto con mi jefe [CORRIGIENDO]
Roman d'amour¿Tenía la culpa de ser la imagen viva de un recuerdo perturbador para mi jefe? ¿Él tenía la culpa de querer besarme cada vez que me ve? El dilema de los secretos es que no salgan a la luz,pero cuando Taylor descubra el de su jefe,las cosas cambi...