Un secreto con mi jefe [CORRIGIENDO]

5.Alcohol y problemas

Desde luego no pensaba en lo que hacía, era el alcohol, estaba besando a mi primo como si fuera un desconocido con ganas de una aventura.Cuando empezamos a movernos por la cocina, tiramos al suelo todo a nuestro camino,incluyendo algunos vasos,y  cuando impactaron contra el suelo,un vidrio fue clavado en mi pierna derecha,quise quitarlo pero él no dejaba que me moviera de sus besos, nuestras respiraciones aceleradas, nuestras lenguas encontrándose, se sentía delicioso y irresistible.Cuando puso su mano en mi camisa blanca para levantarla, y en ese instante vi todo borroso, y sentía que no podía controlar el peso de mi cuerpo, entonces caí al suelo, y lo último que recordé fue como él atajaba mi cabeza para que ésta no impacte contra el suelo.

Parpadeé cinco veces seguidas en cuanto desperté, sentía mi pierna adolorida al igual que mi espalda, le eché un vistazo a mi pierna y ésta tenía una venda blanca enrollada justo debajo de mi rodilla,  me senté en la cama de mi habitación sin recordar como llegué aquí si terminé en el suelo de la cocina después de ¡mierda me besé con mi primo! va en contra de la naturaleza y de las leyes del feminismo ¿en que estaba pensando cuando le correspondí ese beso?.Al ver como la manija de la puerta se movía, quedé paralizada y aún más cuando entro el mismísimo Christian.

-Hola, te traje el desayuno-dice acercando a la mesa de luz una bandeja con jugo de naranja, tostadas con mermelada y huevos fritos ¿acaso no sentía vergüenza por lo que hizo?- ¿que te sucedió ayer?

-¿A mi me lo preguntas? ¿en serio?-digo incrédula, según recuerdo él fue el inconsciente que me besó como si fuera una presa y él el depredador, su rostro parecía no entender- claro, no lo recuerdas porque bebiste como un diablo.

Su rostro seguía sin entender nada...¿como no podía tener resaca en este momento? a pesar de las preguntas que quería comenzar a decirle, su móvil sonó.

-Hola...¡amigo,¿como estás?!...si ya sé que debo ir contigo al bar hoy...ok...espero que no te emborraches...-irónico-¿quieres ir ahora?...bueno ahora iré a tu casa,adiós.

Él se puso de pie y corrió hasta la cocina.No entiendo nada.

-¡Oye no terminé de hablar contigo!- grito con tanta fuerza que hace doler mi cabeza.

-¡Prima ¿acaso te bebiste dos de mis botellas de whisky ?!-grita furioso desde la cocina ¿que no era cerveza?-¡ni siquiera eran mías, con razón te duele tanto la cabeza, esto te provoca una fuerte resaca!

¿Como no pude diferenciar cerveza de whisky? aún más ,¿como podía recordar que me besuqueé con él después de esas botellas de whisky?

-¡Y tú habrás bebido como tres de esas!-grité antes de acostarme de nuevo, él caminó hasta la puerta de mi habitación.Me sonrojé por miedo a que se me tire de nuevo, ah cierto que está sobrio.

-Ayer bebí solo un vaso de cerveza en la fiesta de un amigo ¿que cosas dices?-dice incomprendido ¿y si el echo de que haya bebido dos botellas completas de whisky provocó que no reconociera con exactitud al sujeto que estaba besuqueandome como una fiera? Su móvil suena y entonces sale corriendo del departamento.

El único razonamiento que pude formular es que el sujeto que me besó anoche no era Christian,y no lo noté porque estaba super ebria y el departamento estaba a oscuras.Entonces ayer casi tuve sexo,y con un extraño,por el amor de Dios.Mi corazón se aceleró tanto del miedo que mi pecho casi explota, las lágrimas comienzan a caer y caer.

Intentando dejar de llorar por el miedo, miré la hora 15:00pm , necesitaba buscar alguna prueba de quien mierda era el maldito bastardo de anoche, pero no se me ocurría nada con este dolor de cabeza, alto ¿no debería estar en el hotel? solo por un día no creo que me despidan ¿pero que estoy diciendo? ¡seguro me despidieron después de las cosas que le dije a el jefe de todo el hotel!.Me levanté de la cama y fui hasta la sala y de allí al espejo de la pared, miré mi espalda y me quité mi camisa, tenía vendas blancas con manchas de sangre dispersas, ,al menos ese desgraciado tuvo el gesto de curar mis heridas .

Mi móvil sonó, con miedo miré de quien era la llamada ¿mamá?

-¿Mamá?

-Hola hija,¿como estás?-dice animada, miro mis heridas.

-He estado mejor ¿a que se debe tu llamada?

No me llama tres veces la misma semana.

-Necesito que vuelvas a trabajar ¿sabes? necesito que me prestes dinero- dice así como así, que mi mamá me llame para pedirme eso no es algo cómodo y lindo.Entonces la duda me vino a la cabeza:

-¿Como sabes que ahora no estoy trabajando?

-Solo necesito el dinero, mándalo por correo hoy si es posible, deben ser doscientos dólares-dice antes de cortar la llamada.

Me senté en el sofá,y reflexioné como han sido estos dos días para mí, en resumen,  muy extravagantes.Había bostezado dos veces seguidas, entonces para despertarme puse una comedia en la televisión.Cuando ya vi diez minutos de esta, me quedé dormida.

Ya era el tercer día que pasaba en mi departamento encerrada, buscando empleo por Internet y enviándole, de a poco, el dinero a mamá, después de todo ella me dio la vida.Además intenté buscar alguna pista que me lleve al degenerado de la otra noche, nada, ni un solo indicio, lo único que sé es que su físico estaba para derretirse.En estos días pude despejar mi mente de eso, terminé de ver series pendientes en Netflix,aprendí nuevas recetas que a mí y a Cristian nos encantaron y aprendí a limpiar como una mujer decente.

Como siempre, antes de que llegara mi primo del trabajo, preparaba la cena, pero el sonido de un vidrio cayendo en mi habitación, despierta mis miedos por completo.Me puse firme y decidida fui hacia donde provino el ruido, antes encendí todas las luces de la sala y la cocina.Cuando ya estaba en la puerta de mi cuarto, metí mi mano para prender las luces sin embargo estas no encendían.

-Ni siquiera insistas, no encenderán-dice una voz masculina, no era mi primo, ni el portero, ni mi vecino, ni Harry Styles, mi corazón se aceleró del miedo, tenía mi gas pimienta pero aún así estaba muerta del miedo-entra Taylor.

Cerré mis ojos.

-No hasta que enciendas una sola luz, cobarde-digo temblorosa, en cuanto se encendió la pequeña lámpara de mi mesita de noche, entré.

Un hombre estaba de espaldas a mi, con pantalones negros ajustados, una camisa blanca y mirando hacia la ventana.Mi pecho va de arriba a abajo con solo pensar que puede ser el mismo sujeto de la otra noche.

-¿Tienes miedo?

No, para nada, es súper agradable que un extraño entre a tu habitación y rompa uno de tus adornos favoritos.No puedo respirar.

-¿Que quieres de mí?

-Información, y que no vayas con la policía.

No sabía que decir.

-¿Tu eras el ebrio que se hizo pasar por Christian?-pregunto afirmando mis dedos a la gas pimienta, él asintió sin despegarse de la ventana tuve un pinchazo en el pecho en ese instante, trago grueso-muéstrate.

-No, nunca lo haré-dice apretando sus puños- pero podría hacerlo, si tú haces algo por mí.

-¡¿Que quieres?!-grité furiosa,él movió un centímetro su cabeza.

Si era algo sexual, jamás, no otra vez, si era algo con relación al dinero, menos aún podría.

-Conozco el secreto de Trew.