The Crush. †Ziam Mayne†

† Pretty Boy. †

Una semana, una jodida semana y mi mente seguía en blanco. Tenia que encontrar inspiración o algo en que entretenerme; Toda la noche estuve dando vueltas en mi cama, me estaba esforzando demasiado por una historia y recordé las palabras de mi profesor de tesis.

—Liam, las historias no nacen forzando la mente. Hasta del mínimo detalle puedes crear lo más grande que se ha visto, solo tienes que ampliar el horizonte -me dio una palmada. —

¿Ampliar el horizonte? Había dejado todo lo que amaba por buscar la historia y aun no llegaba nada. Watson se acerco con la correa. «Quizá un paseo me relaje.»

—¿Wats? -me miro - ¿Qué puedo hacer para ampliar mi horizonte? - ladro y jaló de la correa hacia el parque - ¡Hey! ¡Detente! -acaricie su cabeza - ¿Qué sucede amigo? ¿Qué miras? —

Watson se puso violento, ladrandole a los árboles y jaloneandose, hasta que pudo zafarse de la correa y correr lejos, tan lejos que no pude alcanzarlo.

—Odio a los perros -dijo una voz detrás mio - Son estúpidos y asquerosos. —

—Si los perros hablaran dirían lo mismo de ti -respondí molesto. —

—Tranquilo Liam, si amas a los perros no tengo problema -gire sobre mis talones para ver quien era el imbécil. —

—Ah, eres tú. —

—¿No te alegras de verme? —

—¿Por qué tendría que alegrarme? -arquee la ceja. —

—No lo se, puede que te haga feliz saber que nadie me a atropellado -se acerco a mi oído - Solo tú puedes hacerlo. —

—¿Cada vez que nos encontremos, dirás lo mismo? Es tedioso. —

—Uh, parece que alguien esta de mal humor, ¿Puedo saber porqué? —

—¿Por qué te interesa? ¿Qué quieres exactamente? -arquee la ceja. —

—Solo quiero ser amable. —

—Mira Zayn, no es un buen momento -talle mi cara - ¿No tienes tarea que hacer? ¿Novio o novia? —

—No, no me interesaba nadie -sonrió. —

—Uh, ahora entiendo -suspire. —

—¿Quieres que te ayude a buscar a tu perro? —

—No es necesario, es algo temprano y tus padres deben estar preocupados. —

—¿Puedes dejar de tratarme como a un niño? -puso los ojos en blanco. —

—Tienes 17 y yo 25, no tengo tiempo para tus cosas extrañas de adolescentes. Ya pase por eso. —

—¿Me tienes miedo? -pregunto inocentemente. —

—¿Qué dijiste? —

—Que si me tienes miedo. —

—¿Por qué debería de tenerte miedo? Eres lindo e inofensivo. —

—¿Crees que soy lindo? -se ruborizó. —

—Hermoso, es la palabra correcta -Sonreí. —

—Nadie me lo había dicho -reí - ¿Qué te parece gracioso? —

—Que eres pésimo mintiendo -Sonreí - Estoy seguro que te dicen con frecuencia lo hermoso que eres, es simplemente imposible no notarlo. —

—No soy muy socializando -miro al suelo. —