The Crush. †Ziam Mayne†

† I Hate You †

Un mes sin verlo... Termine el borrador de mi nueva novela, mañana estaría camino a New York y con suerte ganaría el concurso. Apague la computadora y el teléfono sonó por séptima ve en el día... No iba a contestar, sabia perfectamente quien era, así que deje a la contestadora...

-Estas hablando a la casa de Liam Payne, por el momento no puedo contestar así que si es algo importante, deja tu mensaje y quizá te devuelva la llamada. -

—¿Liam? Soy yo, de nuevo -suspiro - Te extraño, no entiendo que sucedió hace un mes. Pensé que si hacia eso, nunca te perdería, me equivoque -sollozo - No hago más que llorar y me puse a pensar que si tal vez fuera más fuerte, me Amarías, dime ¿Qué tengo que hacer para que me ames? —

Deje salir las lágrimas y jale mi cabello, lo había lastimado, pero no fue mi intensión... Nunca pensé en las consecuencias de todo esto, bueno, lo hice, pero me importo una mierda.

—Te odio Zayn, te odio por haberme robado la estabilidad, te odio por convertirme en un delincuente, pero odio más el no poder arrancarte de mi vida, olvidar tu piel, tu olor, tu cuerpo... —

Debía irme, alejarme de él... No sabia cuanto tiempo podría estar huyendo y controlando el no ir a buscarlo. El borrador estaba listo, solo faltaba la aprobación, pero podía recibirla en casa y este lugar no se sentía de esa manera.
Empecé a empacar mi ropa, cuando el timbre empezó a sonar.

—No voy abrirte Zayn, no lo haré. —

No paraba de sonar, baje furioso, lo mejor era dejar las cosas claras y si no lo entendía, tendría que recurrir a la fuerza.
Mire al suelo, no quería verlo, tras unos eternos segundos abrí... Unas largas y hermosas piernas captaron mi atención, subí la mirada, me encontré con un hermoso vestido floreado... Era ella...

—¡Liam, mi amor! No sabes lo mucho que te extrañe -sus rosados labios se apoderaron de los míos y el delicioso sabor de su brillo labial de fresa me hizo imposible el no corresponderle, después de todo era mi novia y la amaba. —

—Lili, mi amor -me aferre a su pequeña cintura, mientras olía el perfume de su cuello - La que no se imagina cuanto te extrañe eres tú. —

—¿De verdad? -sus mejillas se tornaron rosadas y Sonreí como estúpido - ¿Puedo pasar? —

—Por supuesto. Aun no puedo creer que estés aquí, te amo tanto. —

—Aww, me alegra tanto esto. El oírte decir que me amas, el volver a verte -nos besamos - ¿Cómo están las cosas? ¿Hiciste alguna locura? —

«Si, me acosté con un menor de edad y me encanto. »

—No, ya sabes solo me dedique a terminar la novela -Sonreí y volví a abrazarla - Mi dulce y tierna, Lili. —

—Mi dulce y sexy, Liam -acarició mi mejilla, no pude evitar restregar mi rostro en su suave mano - Vine a pasar una temporada con mi futuro esposo. —

—¿Lo dices en serio? -asintió y un enorme miedo me invadió - ¿Qué hay de tu trabajo? ¿Dejaras botada la editorial, por mi? —

—Tranquilo amor, deje resuelto todos mis pendientes y si llega a surgir alguno que no necesite mi presencia, Camila se hará cargo -sonrió - ¿Vamos al auto por mi equipaje? —

—Lo que ordenes -la bese y cargue en mi espalda, no podía parar de sonreír, la necesitaba más que nunca. —

El anochecer se hizo presente, el cuerpo desnudo de Lili reposaba en mi cama. Extrañaba su piel, su aroma a flores, sus caricias... La amaba, lo hacia desde que tenía 18, fue la primera y única mujer en mi vida. Pero, ahora no se sintió igual.