°• Y... ¿Cómo te llamo? •°

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Entonces la chica de castaños cabellos volvió a palidecer. Aquella criatura explotaba literalmente por todo, ella sólo había expresado un inocente "Omg!" y él casi explota su departamento.

Parte de su armario y la puerta de su habitación se vieron levemente comprometidas por la explosión.

Tomó más valor del que jamás creyó lograr para seguir hablando con él. Era mejor que se concentrara en sus palabras que en sus pensamientos.

-Es mejor eso, niña. Piensas tanto que ya me duele la cabeza.

-Ya... -Si él le permitía, pues ya qué.- Entonces, ¿Qué eres y cómo te llamas?

-¡Bah! ¿Qué no ya lo sabías? -Miró a la chica altivo, y cuando puso un poco de su atención en ella, sólo rodó los ojos.- No, no soy un ángel y no vengo a cumplirte un deseo. -Se frotó las sienes con los dedos.- ¿Qué los humanos no tienen otro pensamiento? -Cerró los ojos y llevó sus manos a su cabeza para luego aplastar sus cabellos hacia atrás y pasarlas por su cuello, estirando los músculos.- Tengo muchos nombres, según la cultura... Ya sabes. Satán o Lucifer, por ejemplo. -Nombró sin mucho interés.- Pero me gusta el nombre que me dio una vieja bruja hace tiempo, Katsuki Bakugō. -Se dio la vuelta para no mostrarle el rostro a la chica. ¡Es que la verdad es que de verdad le encantaba ese nombre!- Así que ya sabes como llamarme.

-¡Oh por- -Pero se interrumpió a si misma cuando sintió la fulminante mirada del demonio sobre ella.- Err... Lo siento...

-...

-Bueno... ¡Mi nombre es-

-Niña. -Le interrumpió su presentación, cruzando sus brazos sobre su pecho.- No hace falta saber tu nombre. Sólo eres una humana.

-P-pero...

-Nop. Suficiente.

Okey...

No era el día de ella, eso estaba claro, pero ya estaba cansada, adolorida y, ahora, enojada. El calor de la ira inundó su cuerpo por completo. Invadir la privacidad que su baño le otorgaba es imperdonable y luego, ¿ir como quería por su casa sin siquiera interesarse por su nombre?

Ya suficiente bizarra era la situación como para importarle el gritarle a un demonio o lo que sea, estaba enojada y se iba a hacer escuchar.

Y bien que la escuchó el demonio, en una esquina de la habitación aterrado por el inesperado cambio de humor de la chica, hasta se aprendió el nombre de Ochako Uraraka y prometió nunca más entrar a su baño.

Pero luego, no supo qué hacer o qué decir cuando esa chica, que había explotado frente a él, de la nada se echó a llorar.

¿Qué mierdas le pasa?




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Notas de la escritora:

Y volví por fin con este ... fic xD

Son cortos y no debería de tardar, pero estoy en medio de un oneshot que me ocupa toda mi...mente y no puedo dejarlo de lado si a cada tanto me interrumpo para seguir escribiéndolo xD

Bueno bueno...

Espero y salga pronto tanto ese como otro cap de este y de el otro...

El que me sigue me entenderá :v

Nos leemos, bye~

Satán y la chicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora