El día de Ochako estaba, por fin, llegando a su fin. Tan agotador como bizarro. ¿Era posible que todo fuese un sueño? Le encantaría decir que si pero la intensa mirada del demonio, que no dejaba de analizar o analizar el entorno, le traía a la realidad y le pateaba en la cara para que no volviera a pensar de que era un sueño.
Estaba doblemente cansada, odiaba cuando su periodo llegaba por eso mismo, su cuerpo se sensibilizaba en extremo y, por no llevar una alimentación decente, parecía que en uno de esos cinco días finalmente moriría por el exceso de sangre perdida.
Tenía que corregir sus hábitos alimenticios y todas esas cosas, ¡pero era una vil universitaria! Era llevada a su límite día a día por sus profesores y trabajos y presentaciones en grupo donde no faltaba el o los jodidos compañeros que no movían un jodido músculo y llegaban después pidiendo que su nombre, de igual forma, apareciera en el informe escrito. ¡¿Qué mierda se cree la gente?!
—¿Comes?
—Me puedo alimentar de tu sufrimiento pero, tranquila, yo no lo generaré...
—Ah. Buen provecho, entonces.
Con desgano fue a su cocina y comió algo poco, luego lavó sus dientes y volvió a acercarse al demonio.
—¿Duermes?
—Si, a veces, pero hoy iré a dar una vueltas...
—Bien, entonces. Yo iré a dormir, no me molestes.
Katsuki no tenía la intención de molestarla más, la chica se enojaba por todo y luego lloraba. Era realmente molesto para él el escuchar gritos y luego llantos, mejor dejaba las cosas por hoy y ya vería que pasaba al día siguiente.
.
.
.Al día siguiente, Ochako se despertaba con mejor ánimo a pesar de su estado. Su cuerpo se sentía relajado y más liviano, su mente ya no era una maraña de pensamientos relacionados con las clases y sus ojos ya no pesaban. ¡Genial! Quizás llorar le había hecho bien a su cuerpo.
Oh... Ahora que recordaba, aun estaba ese asunto del demonio.
Bueno, tenía clases a las que asistir y una vida que continuar, así que no se preocupó por eso por el momento. Se dio un baño y luego hizo un desayuno bien contundente, no dejaría que el hambre le arruinara el buen humor que tenía, y se fue a su habitación para escoger la ropa con la que iba a salir.
—¿Vas a salir? —Le preguntó cuando ya estaba harto de ser ignorado. Había estado todo ese tiempo sentado en el sofá de la sala. Al escucharlo, la chica se sobresaltó.
—S-sí, tengo clases...
—Iré contigo, entonces. —Desidió, pero a Ochako no le vino bien.
—¡¿Qué?! ¡No! —Gritó, haciendo que el demonio se molestara.
—¡¿Quién te crees tu, humana, para decir dónde puedo y no puedo ir?!
—¡¿Siquiera has pensado en lo que sucederá si la gente te ve así?! —Señaló la chica. Katsuki se sorprendió, bajó su vista y no vio nada malo.
—No hay nada de malo con mi apariencia...
—No es eso. Quizás para ti es normal andar así, pero aquí las cosas son distintas. No puedo andar contigo por la calle, en público, así...
—¡Bah! ¡Deberías!
—Errr... No. ¿No puedes cambiar tu apariencia o algo? Porque si quieres acompañarme, no puedes ir así.
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Satán y la chica
Humor¿Qué pasaría si un día de estos, estando en tu periodo, invocas a Satán? Por suerte o por desgracia, Ochako Uraraka lo descubrirá aunque no lo haya deseado. • • ? Pareja: Ochako x Katsuki ? Tipo: AU Demons ? Genero: Comedia Ni la historia ni los per...