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Capitulo 46: El enojado Xiao Yan

Después de la ceremonia de la Mayoría de Edad, Xiao Yan finalmente podría tomar un respiro. Sus días, que normalmente estaban llenos de entrenamiento, se relajaron.

Aunque los ingredientes que había comprado anteriormente para el Elixir de la Fundación estaban casi agotados, Xiao Yan no consideraba comprar más. El él ahora mismo había entrado finalmente en el 8º Duan Qi y en este nivel los beneficios del Elixir de la Fundación eran casi nada.

Ahora, aunque el Elixir de la Fundación había perdido su uso, Yao Lao se abstuvo de reemplazarlo por uno nuevo. En cambio, le dijo a Xiao Yan que usara este período de tiempo para relajar y calmar su estado mental. La verdadera forma de entrenamiento es entrenar en combates y tomar un descanso entre ellos. Entrenarte a la muerte puede ser contraproducente y conducirá a uno por el camino equivocado.

Durante estos días relajados y felices, Xiao Yan, que estaba acostumbrado a trabajar todos los días, se sentía aburrido hasta la muerte, pero no tenía elección en el asunto. Todos los días, sólo acompañaba a Xun Er a vagar por la ciudad. Sin embargo, a veces iba detrás de las montañas para entrenar sus Técnicas Dou.

El actual Xiao Yan sin duda se había convertido en el centro de atención de la familia Xiao. Dondequiera que iba, las miradas de reverencia se le pegaban como sombras. Y los pocos saludos respetuosos aquí y allá hicieron que Xiao Yan se maravillara de la diferencia en el tratamiento antes y después de su exhibición.

...

-¡Peng!

En el espeso y exuberante bosque de las montañas de atrás, una fuerte sombra similar a un mono pareció saltar con una increíble velocidad. Se movía por el bosque rápido y ágilmente, esquivando todos los obstáculos en su camino. Luego, con un fuerte golpe, un puñetazo que contenía Qi y fuerza feroz agrietó un tronco de árbol que tenía por lo menos 2-3 metros de ancho. La grieta en el árbol se extendió continuamente, y al fin, con un "Bang!", El árbol se rompió por la mitad.

Evitando el árbol que caia, Xiao Yan saltó encima de una roca. Apuntó su mano derecha hacia su ropa que colgaba del árbol caído y una espiral de fuerza apareció de repente, tirando de la ropa hacia su palma.

Secándose el sudor de la frente, Xiao Yan soltó una bocanada de aire y se puso lentamente la ropa.

Usando su ropa desordenadamente, las cejas de Xiao Yan repentinamente se animaron. Él entrecerró los ojos mientras miraba hacia el exterior de los bosques y soltaba una risita.

La boca de Xiao Yan se contrajo en una sonrisa sombría mientras apartaba las hojas de sus hombros y empezaba a salir del bosque.

En el bosque, la luz del sol caía sobre su cuerpo, penetrando en sus huesos e impartiendo una cálida sensación acogedora en el fondo. Cubriendo sus ojos mientras se ajustaba a la luz del sol, Xiao Yan inclinó ligeramente la cabeza y vio la forma de una mujer en una roca no demasiado lejos de él.

El sol iluminaba la delicada figura de la chica elegante y alta, destacando sus curvas cautivadoras, especialmente su par de piernas largas, esbeltas y sexy.

Mirando a Xiao Yu que estaba sentado en silencio sobre la roca, Xiao Yan apoyó sus manos en la parte posterior de su cabeza y caminó lentamente hacia la roca gigante. Miró hacia la impasible belleza; Su mirada cayó particularmente sobre su par de piernas sensuales, permaneciendo allí durante más de un momento. Él entonces bufó y dejó escapar un altivo comentario, "Tus piernas son hermosas. No hay necesidad de mostrarlas..."

Con sólo unas pocas palabras, la fría cara de Xiao Yu se volvió oscura.

Su pecho palpitaba ligeramente, Xiao Yu se mordisqueó los dientes y respondió fríamente: "¿Sabes por qué he venido a buscarte?"