Parte 7: Una perrita secretaria

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Tras conocer a Posho el pollo (no preguntéis) Ben había decidido empezar su trabajo como alcalde, momento en que encontró a una muy nerviosa Canela.

Canela por su parte había tenido una conversación previa con Carrie, la cerdita.

"¡A-alcalde Willis!" - gritó sorprendida - "¡¿Cuándo ha llegado?! ¡¿Y C-Carrie?!"

"¿Carrie? Se acaba de ir cuando he entrado"

Ben encontró el comportamiento de la perrita un poco extraño, pero de igual manera entró a lo que parecía ser su despacho, muy cercano al mostrador.

"¿Es esta mi mesa?" - preguntó el humano

"Si... es esa..." - dijo con menos animo

"¿Está bien si uso el ordenador?"

"Es su ordenador..."

El alcalde se sentó en su sillón y prendió la computadora, parecía que la lista de habitantes estaba un poco desactualizada. También debía visitar la zona comercial.

"Oye, Canela, ¿por qué hay algunas tiendas desalojadas?"

"Muchos se fueron del pueblo..."

"Te noto un poco desanimada, ¿he hecho algo que pueda molestarte?" - preguntó al verla en ese estado

"Alcalde Willis, no debo meterme con la forma que tiene de pensar de sus empleados..."

"¿Forma de pensar?" - se extrañó cuando lo mencionó

"Pero no creo que sea correcto denominarme como una.. una... perra...."

La perrita parecía que iba a empezar a llorar en cualquier momento. Ben entonces se dio cuenta de que había oído lo que habló con Posho.

"Canela, ¿estás triste porque dije que eras una perra?"

"Alcalde Willis, por favor pare..." - dijo casi llorando - "Yo me esfuerzo en mi trabajo..."

"Creo que no entendiste mis palabras"

"¿De qué otra forma se puede entender?"

"Me refería a que literalmente eres una perra"

"¡Por favor no siga! ¡No estoy acostumbrada a recibir insultos!"

"Canela... cálmate un momento..."

La perrita de pelaje rubio se sentó en su sillita giratoria y le miró con los ojos llorosos, cosa que daba bastante pena debido al diseño kawai que tiene el juego.

"Cuando me referí a ti como una perra es porque..."

"........" - Canela esperaba expectante la respuesta

"Eres la versión femenina de un perro...."

"¿Versión femenina?" 

"Tienes cola... morro... orejas de perro... eres un perro... una perrita..."

"Una perrita...."

En un primer momento Canela se puso muy seria, luego comenzó a ponerse roja y fue entonces que rompió en una lluvia de lágrimas.

"¡Menuda faena! ¡Soy una autentica tonta! ¡Soy un desastre!"

"Canela, no te pongas a llorar..." - dijo un poco nervioso

"¡Creí que pensaba que era una perra inmunda!"

"Por favor Canela, si viene alguien..."

La perrita se fue corriendo a un lugar situado a la derecha del mostrador y que parecía ser una entrada (con escalerillas) a una especie de guardilla, bajando y continuando su sollozo.

En el mostrador había puesto una nota que decía "por favor vuelva más tarde".

"En este pueblo pasan cosas muy raras...."

Pasó unos minutos hasta que Canela salió de la guardilla.

"¿Qué se supone que es ese sitio?"

"Es el rincón del pánico, nunca he tenido que usarlo hasta ahora"

"Entiendo... ¿por qué pusisteis un rincón del pánico?"

"Alcalde Willis, siento mucho mi comportamiento, es la primera vez que algo así pasa durante el horario de trabajo" - dijo aún avergonzada

"No pasa nada, supongo que estuvo mal llamarte... perrita"

"Por favor, use mi nombre a partir de ahora"

"De acuerdo Canela, una vez solucionado, pongámonos al trabajo"

Animal Crossing: Wattpad EditionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora