La novedosa imagen que se plasmaba del nuevo mundo, provocaba que se quedaran sin aliento. Por si fuera poco, se podía apreciar, además, cómo esa gran rosa era rodeada por otras más pequeñas que dominaba al resto del tallo, y que, al mismo tiempo, reparaban lo irreparable.
—Es bellísimo —anunció Misa que estaba sentada ahora sobre el nuevo terreno fértil.
—Creo que ya hemos cumplido nuestra parte. Espero que Yamil y Talía no tengan más dificultades con lo que les toca a ellos —en el proceso en el que decía esto, Abel se ponía de pie.
—Bueno, si es verdad que Talía se ha puesto más firme entonces creo que les irá bien — después de él, ella también se levantó del suelo, y se sacudió la ropa—. Hay que informarle a Alan sobre esto —pero antes de hacerlo, el intercomunicador se activó por sí mismo, y una voz conocida provino de éste.
—Chicos, me llegó la información acerca del cambio de la atmosfera; al parecer la fauna y la flora está resucitando. El agua también parece estar comenzando a volver a normalidad. Sin dudas... han hecho un buen trabajo.
—Gracias Alan, justo estábamos por comunicarnos contigo. Y nosotros ya estamos listos para regresar.
—Bien, entonces vuelvan. Aún faltan Yamil y Talía, por lo que espero que les esté yendo bien.
—Pensé que ellos terminarían rápido como nosotros —comunicó Abel.
—Bueno, no todos los continentes son lo mismo chico listo —habló la pelirroja con cierto tono de burla.
—Ya basta Misa —el rubio le rogó que parara, debido a que en verdad ya había soportado demasiado de ella, más específicamente hablando, cuando su compañera fue poseída.
—Muchachos, no peleen, y por lo que sé, tenían problemas para guiarse debido a la terrible contaminación de esa zona.
—¿Y están bien? —preguntó Abel preocupado.
—Sí. No te alteres. Los mismos relojes me muestran su estado. Están en condiciones, aunque avanzan despacio.
—Entiendo, luego nos explicas más en cuanto lleguemos a la nave —le respondió, y Alan asintió para luego finalizar la llamada.
La primera misión del grupo inicial había resultado ser todo un éxito, ¿pero les iría de la misma manera que a Abel y a Misa? Ahora la segunda pareja tenía que realizar la misma proeza, sin embargo, los gases allí acumulados se la estaban jugando.
—Siento como si me costara respirar —se quejó el más alto.
—A mí también me está costando, pero según el aparato, ya casi llegamos, así que aguanta un poco más Yamil —lo alentó la castaña.
No muy lejos de ellos podía divisarse un puente que parecía estar bastante corroído por la terrible contaminación, sin embargo, no podían estar seguros de ello. El problema estaba en lo que veían, ya que esas ilusiones afectaban incluso a los objetos, lo cual daba como resultado un espejismo parpadeante de un puente que parecía estar en buenas condiciones, pero al mismo tiempo, deteriorado.
—¿Qué hacemos Yamil? No tenemos otra opción más que cruzar ese puente. Es lo único que nos llevará al otro lado donde debemos plantar la segunda semilla —en su rostro se reflejaba la intranquilidad; para estas alturas, Alan ya les había avisado que sus otros allegados habían terminado con su misión y que sólo faltaban ellos, aparte, les dio detalles al respecto.
—Intentemos cruzar de todas maneras, pues no perdemos nada con ello, además, hay que llegar ahí a toda costa —afirmó el chico, y fue el primero en ir a paso decidido.
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Sueños Bajo el Agua ©
Ciencia FicciónVivimos en un mundo lleno de secretos, son tantos, que no damos pie a conocerlo todo. Desde los seres más pequeños, hasta las tecnologías más grandes, pero el misterio más profundo, es el del ser humano. La humanidad ha creado un arma tan destructi...