CRIS

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Cuando me levante para desayunar, Cris ya se había levantado y me había preparado el desayuno (lo qual me sorprendió). Buenos días Cris, le dije en un tono alegre. Él respondió, hola he preparado el desayuno para ti también.
Vaya, vaya me sorprende de la persona k no cambia de canal en la televisión porque el mando esta en la mesa y le da palo moverse. Ja, ja, ja se reía él, por una vez que lo haga ya se me queda la reputación. Bueno, creo que es hora de que salgamos para el instituto, si no queremos llegar tarde. El camino hacia el instituto fue agotador, porqué Cris estuvo todo el rato diciendo lo enamoradiza que era, bla, bla, bla y esas paparruchas que dice él. Al entrar le indique dónde estaba su clase y le deseé un buen dia. Y le especifique bien claramente que yo volvía con Karma y que no me acompañara, que ya me apañaba solita. En el patio no nos vimos. Y a la hora de salir me reuní con Karma en el sitio de siempre y... De repente, aparece Cris gritando: Tora espérame! (Y yo deseando morir). Hola Tora, dice el, como ha ido? Le pongo cara de pocos amigos y busco la mirada de Karma apoyándome en todo momento, intercambiamos miradas y enseguida noté que Karma no le caía precisamente bien mi hermano. Enseguida encontré apoyo en esa preciosa mirada almendrada. Pasamos todo el camino  sin hablar, Karma y yo intercambiabamos miradas, no necesitábamos  más, con eso nos sobraba para comunicarnos. Al llegar a casa, le  pegue la gran bronca a Cris. Yo le había específico MUY BIEN que no viniera que yo con Karma iba bien, SOLA con él y ya está. El hermano sobreprotector sobraba.

Más allá de su sonrisaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora