Ejem... La verdad es que me costó 30 minutos llegar al instituto, si, 30 minutos; puse el GPS, pregunté a un montón de gente, a un policía local... En resumen, que llegué tarde.
Llegar tarde el primer día de instituto, es una irresponsabilidad me imaginé que me diría el profesor, pero, todo lo contrario, dijo que me presentara y así lo hice.
Me sentaron al lado de una chica llamada Miranda (puro nombre extranjero), era muy maja, creo que seremos buenas amigas. Me ayudó a integrarme muchísimo.
Me enseñó donde estaban las partes más importantes del instituto: secretaria, los baños, las diferentes aulas, el despacho del director, la biblioteca...
Pero aún así, yo parecía un pato mareado en un instituto tan grande. En el patio conocí a algunos de sus amigos, como Dylan, él era alto y rubio de ojos café, muy gracioso y en los momentos serios era de pensamientos rápidos. También estaba Aaron: él era más reservado, tímido pero buen chico, no le gustaban mucho las materias de letras era más de números. Bueno, a la hora de salir, un chico, se ofreció a acompañarme a casa, ya que era nueva no me conocía la zona. No sé presentó, solo me acompañó y se fue.
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Más allá de su sonrisa
AcakTora, una chica de 14 años, cambia de país por economía y trabajo de sus padres. Lo que ella no sabe es que el chico del que se enamora no es quien dice ser.