05.

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—Trata de hacerlo ahora tú.

—¿A eso le llamas entretenimiento? No, no.

—Vaaaaya. Tú vives bajo una roca y me hablas a mí sobre diversión. No seas ridículo Angie.

—Lola... Ya te he dicho que no me digas así... -la miré de manera retante.

—Es porque no puedes. Tonto, tonto -su mirada estaba centrada en el bordado que tenía entre las manos. Ella era ciertamente hábil-.

—Ja. Claro que puedo. Yo, soy experto en estas cosas.

—Si como no.

—Bien, escucha -carraspeo- Camarón, caramelo, caramelo, camarón...

—Rápido.

—Camarón, caramelo, caramelo, camarón, camarón cara-melo, caramelo, ca-marón...

—Ji, ji, ji, no puedes.

Debía estar concentrado así que traté de ignorar su burlas.

—Caramelo, caramón... -rayos-.

—Ja, ja, ja, ja, ja. ¡Te lo dije!

Ella realmente se divertía a costa de mi muy leve, aclaro, leve torpeza en cuanto las palabras.

Cuando llegué hace diecisiete años, yo solamente hablaba coreano. Aún así con mala pronunciación. Pero como debía adaptarme al idioma mamá me hizo estudiar muy duro para llegar a dominar el idioma tan bien como los habitantes nativos.

Las burlas siempre se hacían notar ya que aún así mi acento era muy distinto al de la gente del lugar. Muchas veces fui rechazado, por no decir la mayoría y a veces me trababa mezclando ambos idiomas. Cuando conocí a Lola fue un gran cambio. Ella siempre parecía hacer ese tipo de cosas que según ella, mantienen el cerebro "activo". Poco a poco fui dejando mi idioma original atrás y mi acento mejoró adaptándose casi por completo.

Sin embargo el verdadero problema eran mis rasgos físicos distintos al resto. Renuncié a tratar de parecerme al resto, y un poco resentido me fui alejando de la gente casi en su totalidad, saliendo y trabajando duro para mí mismo.

Eso nadie lo sabía, y es que es una debilidad que no me conviene que nadie descubra.

Seguimos jugando un rato más con trabalenguas y algunas de esas canciones que mi acompañante escuchaba cuando era más joven. Me gustaba hacer eso, era la única persona con la que era capaz de sentirme cómodo.

—¿Qué fue lo que pasó exactamente ese día que HaRa empezó a llorar?

—Oh, es una historia un poco anormal.

—¿Anormal?

—Sí. Yo estaba de pie esperando a que ella terminará su extensa plática con su amiga.

Fue entonces cuando me di cuenta de que había un grupo de chicos alrededor de algún suceso, y entre ellos no estaba mi hermana. Me acerqué un poco al bullicio que causaban y fue entonces que me di cuenta de que su amiga estaba molestando a otra. Comenzó a arrancar hojas de su cuaderno y derramó jugo sobre ellas y su cabello. La otra chica no hacía absolutamente nada para quitársela de encima, y mientras, HaRa grababa divertida la escena. No pude evitar sentirme enfadado al ver los hechos, pero no fue necesario que yo interviniera.

Esa extraña chica... Ella empezó a reírse. HaRa y la otra, se quedaron extrañadas mientras que los demás murmuraban cosas como, "está loca" o "ella realmente me asusta". La manera en la que ella cambió el humor de todos con su risa me impactó a mí también. Se levantó y metió su dedo al fondo de su garganta. Entonces ella...

Mind Matter. (Yoongi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora