¿Ya fue?

670 36 5
                                    

Miranda y Fede hablaban animadamente en el deck de cómo sería lanzarse en un paracaídas, su conversación podría importarme menos, pero era eso o estar encerrada en la habitación lolita, y ya me dolía la cabeza por dormir tanto. Si mi madre me viera diría que estoy deprimida, que necesito llamar con urgencia a Sebastian. La verdad es que, no era depresión, era vergüenza. No paraba de recriminarme a mí misma.

Estar con una mujer casada nunca ha estado en mis planes ¿y si tenía hijos? No. Me siento asqueada y humillada.

-¿Lo vas a hacer? –La voz de Miru me saco del trance en el que estaba.

-¿Ah?

-¿Qué si te venís con nosotros el finde a tirarnos en paracaídas?

-Vos estas loca si pensas que Virginia te va a dejar hacer una cosa así.

-¿Y quién es Virginia?

-Tu hermana mayor pendeja, yo tampoco te dejo, eh. –Miranda bufo molesta

-Ustedes no me pueden mandonear, soy grande, Florencia.

-Y bueno, compórtate como una adulta, entonces. ¿Hace cuanto que no vas a la facultad? Y no me pongas los ojos en blanco, de verdad te lo digo, pisa tierra. –Fede se removió incomodo en la silla y luego se fue a ''ayudar'' a Leo en recepción.

Miranda se quedo en silencio, supuse que estaba pensando en lo que dije. El silencio me cayo como anillo al dedo. No se cuanto paso, pero un alivio invadió mi cuerpo cuando sentí la mano de mi hermana apretar la mía.

-Perdón... –Dijo regalándome una sonrisa de medio lado.

-¿Y eso? –Pregunté extrañada.

-Sí, perdón por ser una boluda. Yo sé que tengo que centrarme, pero... -se quedo callada como pensando lo que iba a decir. –No sé, no me encuentro.

-Y no lo vas a hacer si no te buscas y dejas de huir de todo.

-Eso haré... ¿Vos estas bien?

-Si, si ¿por?

-Últimamente estas muy rara. Como que te brillan los ojitos, te conozco, Flor. Estás triste. –Desvié mi mirada y quise que el silencio volviera a reinar, pero Miranda no se iba a cansar tan fácilmente y yo necesitaba sacar lo que me hacía mal.

-Te cuento hoy en la noche, quédate a dormir conmigo.

De esa sutil forma alargue un poco mi confesión, tenía que aclararme un poco y tal vez tomar un poco de coraje liquido. Tal vez piensen que estoy exagerando, pero para mi lo que estuvo por pasar y no paso, era una cosa muy grave. No soy de esas, nunca lo he sido, no lo voy a ser.

Jazmín no me había buscado, no desde aquel incomodo momento, ya habían pasado unas semanas y estaba agradecida por su desaparición. Sin embargo, no sentía alivio, sentía vergüenza e intriga.

El matrimonio de mis padres nunca fue el mejor ejemplo de amor, ellos se divorciaron porque mi padre fue repetidamente infiel, producto de esa primera infidelidad oficial nació Carla, una hermana con la que comparto fecha de nacimiento. Mario dejo a mi madre y se caso con Eliza, la mamá de Carla y Lucia. Miranda es hija del gran amor de mi viejo, su secretaria de siempre. Un desastre mi árbol genealógico.

Pero yo digo, no todo los matrimonios son así, me niego a aceptarlo, por eso no me case, porque el amor tiene que ir por sobre todas las cosas, entonces prefiero mil veces nunca casarme, ni tener hijos que sufran por la hipocresía de sus padres.

Ya cuando el cielo estaba oscuro y todos se disponían a dormir, Miranda irrumpió en mi habitación con unas birras y una bolsa de papas fritas.

-Contame, soy todo oídos.

Algo tiene. FLOZMIN  (Mini Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora