Día III: Parte 2

22 1 0
                                    

Él correspondió al abrazo, y procedí a apagar el reproductor de CDs. ¿Qué coño hacía él aquí?

-Tío, ¿qué haces aquí?- Pregunté, volviendo a sentarme en el sofá y cogiendo el mando.

-No has contestado a mis llamadas, así que opté por venir a verte.- Sonrió, y no pude evitar quedarme mirandolo. - Tía, vuelve a la vida.- Dijo, chásqueando los dedos enfrente de mis ojos.

-Eh... Uh...- Me sonrojé y mire hacia otro lado. -P-pues... ¿Quieres jugar?- Dije, dejando el mando sobre sus manos. 

-Claro.- Esbozó otra sonrisa. alkfjfs que me muero aquí mismo. -¿A qué ibas a jugar?

-Gears of War. Aunque si quieres jugar al Skyrim...-

-SKYRIM- Prácticamente gritó, tirándose sobre la consola y quítando el juego. Puso el "Skyrim" en el lector de videojuegos de la Xbox y se volvió a sentar a mi lado. Pero más cerca. Mucho más cerca. Tan cerca que casi podía oler sus ojos. Vale, no. Se sentó medio inclinado hacia mi, haciendo que nuestros brazos se rozaran. Vale, esto lo había hecho ya un montón de veces, pero esta vez me hizo ponerme peor que un tomate. 

Empezó a jugar, y, como mi Xbox tiene ciertos problemitas, se congeló la pantalla, pero el sonido continuó. Austin me miró, medio confundido. -Tío, no te preocupes, tú no has hecho nada. Es un problema de la consola.- Dije, sonriendo. Cuando ví su cara de frustración, pensé por un segundo y me puse a tararear (Cabe decir que a grito pelao') la música de la pantalla de inicio. Él rió, pero enseguida se puso a cantar conmigo. El juego comenzó, y nos pusimos a jugar como locos, gritando y riendo. 

************************************************************************************************************

Habrán pasado unas 2 horas, cuando nos decidimos a apagar la consola y comer. Saqué una pizza congelada de la nevera y la calenté en el microondas. El otro idiota ya estaba manoseando mis bolsas de frituras. -¡FUERITA DE ACÁ!- Le grité, pegándole una hostia en toda la mano. La sacó y se la frotó. LOL, LA MANO, NO SU POLLA. MALPENSADOS.

-Pero tengo haaaaaaaaambre...- Dijo, poniendo una cara triste y agarrándose el estómago con la mano.

-Pues te aguantas.- Saqué la pizza del microondas y la puse sobre la mesa. Bueno, prácticamente la tiré, mientras me soplaba la mano por haberme quemado. Él rió ante esto, y me senté, cogiendo un trozo de la pizza.

-Cantas hermoso...- Susurró, mientras mascaba un pedazo de pizza. Me sonrojé, y le golpeé el hombro suavemente. 

-Calla, no mientas y come.- Dije, empujandole la pizza en la boca. Tosió y escupió el trozo, tirándome su pedazo de pizza en la cara. Le devolví la pizza de un golpe, pero lo esquivó y me lo volvió a arrojar. Reí al ver su ceño fruncido cuando lo esquivé. Se lo arrojé en la cara, haciendo que riera. 

-¡Hija de puta!- Gritó entre risas, mientras arrojaba otro trozo de pizza. Este cayó en mi cara, haciendo que el riera más. JODER, ESTA CALIENTE. Grité y se lo arrojé en el pecho, seguido de un empujón de mi parte. Cayó al suelo, riendose con fuerza. Reí yo también, y lo ayudé a levantarse, solo para que el me tirara al sofá y se pusiera encima mío.

Lo miré fijamente. ¿Qué coño haría ahora? Me dí cuenta de la posición en la que estábamos. Él encima mío, con sus piernas al costado de mi cintura y sus manos sobre mis muñecas, inmovilizándome. Me puse roja, MUY roja. Mi corazón empezó a latir con cada vez más fuerza. Me puse aún más roja, si eso era posible, al sentir su mano subir suavemente por mi brazo. Cogió algo que no alcanzé a ver. -Y ahora, te tragas tu pizza.- Rió, metiéndome el trozo de pizza en la boca. Me quedé allí, incapaz de hacer nada. Solo mastiqué un poco la pizza, y la tragué. Él me sacó el pedazo de la boca, y empezé a tranquilizarme.

-Tía, ¿Estás bien? Pareces algo... Ausente.- Dijo, sacándome de mi trance.

-¿Eh? Ah, no, estoy bien.- Dije rápidamente. Creo que ni siquiera entendió lo que le dije. -Me voy a mi habitación a cambiarme, ¿vale? Haz lo que quieras.- Caminé hacia arriba lentamente.

-¿Cambiarte qué?- HIJO DE MIL PUTAS.

-Pues la ropa, CABRÓN.- Gruñí.

-Ah. ¿Puedo ir? Después de todo me has dicho que puedo hacer lo que quiera...- Dijo, poniendo una sonrisa de pervertido total. AH NO, PERO YO A ESTE CABRÓN LO REVIENTO.

-QUE COJONES TÍO, PUES CLARO QUE NO.- Grité, aguantandome la risa.

Corrí hacia mi habitación y me puse lo primero que encontré. Unos jeans negros y una sudadera azul claro. Me peiné un poco y bajé. Lo encontré mirando la TV, sin siquiera prestarme atención. Una idea pasó por mi mente, y enseguida me acordé de la máscara del monstruo de Amnesia, al que cariñosamente le decía "Pedro". Me escabullí por detrás de él, cogiendo la máscara y poniéndomela. Me agaché por detrás del sofá, y salté por encima de el, soltando un gruñido que me asustó hasta a mí.

Gritó con fuerza y me pegó, sin darse cuenta que era yo. LOL, TENDRÍAN QUE HABERLE VISTO LA CARA, QUE ME PARTO OMG. Me estaba descojonando de la risa, cuando me sacó la máscara y me dió una suave bofetada. -¡HIJA DE PUTA!- Gruño, tirando la máscara hacia otro lado.

-JAJAJAJAJAJAJAJA, TÍO, DEBERÍAS DE HABERTE VISTO LA CARA, ME MUERO JAJAJAJAJAJAJAJA- Él estaba más serio que un tronco, cuando pude ver que no podía aguantarse la risa. Al parecer, mi risa de foca con retraso mental severo lo hace reír.-¿Quieres hacer algo?- Dije cuando pude (al fin) calmarme.

-Si, pero ni idea de qué.- Cruzó los brazos sobre su pecho, y miró hacia otro lado.

-Oye...- Dije, incórporandome como un gato obeso; rodando sobre mi costado y cayéndo sobre mis rodillas. -¿Y si te quedas a dormir por lo que queda de la semana?- Sonreí. -Después de todo, mi madre no va a volver hasta unas horas antes del vuelo.- Pude ver claramente cómo se le iluminaban los ojos luego de decir esto. Le pasé el móvil. -Llama a tu madre y preguntale si te puedes quedar.-

Marcó el número rápidamente, y luego de varios 'tuuuut' su madre contestó.

-Hola, ¿Mamá?- Preguntó Tin. Se podía escuchar la voz al otro lado del móvil, pero no entendí una mierda de lo que decía. -Si, eh... ¿Puedo quedarme a dormir por el resto de la semana aquí? ¿LO DICES EN SERIO?- Esbozó una sonrisa de oreja a oreja.- Si, mamá, ahora voy a buscar la ropa; Si, si, ella me invitó; Si, la madre sabe.- Oh, joder, olvidé las reglas, 'No invitar a nadie a casa.' Bueno, es Austin, no un desconocido. Aún así, no le voy a decir hasta que vuelva. De repente, Austin se puso rojo.- No, mamá, juro que no vamos a intentar nada... Vale, adiós.- 

Arrojó el móvil y se cubrió la cara con las manos. -¿Y?- Pregunté. 

-Dijo que si.-

A/N: Bufff, es el capítulo más largo que he hecho.  Bien, como lo explico...

Estoy en la casa de mis tios, y aquí tengo internet :D Recordé que tenía este capítulo guardado aquí, lo terminé y lo subí :D 

Okey, lo que le dijo la madre a Austin que hizo que reaccionara así queda a sus imaginaciones |D

El siguiente cap. no va a ser muy pronto D': No me extrañen ;n;

Adiós. *desaparece en la niebla, con música dramática de fondo*(?

PD: Ni para mí tiene sentido este capítulo *llora en un rincón*(?

~Pai

|| 7 Days ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora