Capítulo II

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Al traspasar el enorme portal, nos llenamos de una inquietante esperanza por encontrarnos con un monstruo destruyendo todo a su paso, o algo por el estilo. Sin embargo, cuando la primera imagen de la gran capital se mostró ante nosotros, un desconcierto total nos invadió. El distrito estaba completamente intacto y pacífico, sin señal alguna de estar siendo atacado por un ser de otra dimensión. Aún así, no planeábamos bajar la guardia.

— La señal de la anomalía está cerca — el tío Ford murmuró.

— ¡Muy bien!, ¡escuchen todos! — mi tío Stan gritó sus ordenes — ¡Nos dividiremos en 3 grupos!: ¡Grupo 1, extiendan un perímetro de 10 manzanas! ¡Nada sale, nada entra! ¡Grupo 2, evacuen a todos los civiles del área! ¡Mason, Mabel, Soos, Wendy y yo iremos con Ford! ¡¿Entendido?!

— ¡SÍ, SEÑOR! — se escuchó el grito al unisono.

Todos cumplieron sus ordenes sin chistar. Las personas fueron evacuadas en pocos minutos. A pesar de la expresión de duda en el rostro de muchos civiles, nadie cuestionó nada y nadie se opuso a la evacuación. Sabían que si nosotros estábamos en el lugar, había una buena razón, o una muy mala (dependiendo de la expresión que prefieran). No estoy seguro si se trataba de respeto o de miedo, pero el resultado era el mismo: las personas obedecían nuestras ordenes. Eso hacía más fácil mi trabajo.

Yo y los demás caminamos siguiendo los pasos del tío Ford. La fuerte señal de la anomalía nos guió hasta un callejón sin salida. El sonido del rastreador se intensificaba con cada paso que dábamos dentro de aquel callejón, en donde la luz del sol apenas sí penetraba.

— Esta esencia... es débil, pero la reconozco — una voz profunda envolvió el lugar — ... Cipher.

Entre las sombras del callejón se hizo presente una silueta oscura. Enorme y sin una forma clara. Soos encendió una linterna y alumbró el sitio donde posaba aquella criatura. Entonces, caras de sorpresa se plasmaron en todos nosotros, pues delante nuestro había... Un gato negro sobre una pila de basura... Sí, no era lo que esperábamos.

— ¡Un Gatito! — Mi hermana se lanzó sobre el animal para abrazarlo.

— ¡Mabel, no! — Intenté detenerla, sin tener éxito.

— No creí que los humanos tratarán así a sus Dioses — la gruesa voz salio de aquél oscuro felino que yacía en brazos de mi gemela.

— ¿El gato habló?... ¡El gato habló!— mi inquietud se disipó con rapidez — Él es la anomalía ¡Mabel, aléjate de él!

Mi hermana reaccionó en un instante y arrojó al gato hacía las bolsas de basura. Mabel podía ser bastante torpe e impulsiva a veces, pero incluso ella había cambiado mucho desde Bill. También se había convertido en una experta caza-demonios.

Nuestras armas se orientaron hacia donde creímos que había caído el gato.

— De verdad, me sorprende que traten de esta forma a una Deidad — la voz del felino sonó tras nosotros.

Volteamos, con más determinación que desasosiego. Las armas apuntaban firmes. El animal flotaba con un aura gris rodeándolo.

— ¿Qué eres? Y más importante aún ¿Qué es lo que quieres? — El tío Ford preguntó con enojo.

— La primera es una pregunta un tanto complicada. En cuánto a la segunda, se podría decir que los estaba buscando a ustedes — él avanzó hacia afuera del callejón.

Lo seguimos por unas calles. Como en una breve y lenta persecución, pues él avanzaba flotando con tranquilidad.

— Bien, entonces solo lo diré una vez: ¿Qué es lo que quieres de nosotros? — el tío Ford se mostraba molesto.

— ¿Realmente son tan hostiles con uno de sus Dioses? — insistió él demoníaco animal.

— Has dicho eso muchas veces ¿A qué te refieres? ¿Te crees una especie de ser divino? — pregunté aún armado y listo para disparar.

— ¿Qué? — exclamó sorprendido — Creí que los humanos adoraban a estas criaturas como Deidades. La última vez que di un vistazo a este planeta, lo hacían ¿Me habré equivocado? Tal vez las cosas cambiaron. Aquella vez había grandes monumentos con forma de Bill por todas partes... y mucha arena — el gato hablaba para si mismo, ignorando por completo nuestra presencia.

— Me estás obligando a repetirlo: ¿Qué es lo que quieres de nosotros? — el enojo del tío Ford había aumentado.

— Solo quería conocer a los que derrotaron a Bill Cipher. Y por su olor, sé que fueron ustedes.

— ¿Nuestro olor? — Wendy preguntó.

— Pero hoy sí me bañé ¿Cierto, chicos? — Soos rió de su comentario.

— Es una forma de decirlo. Es como un rastro o una esencia. Es muy débil, pero puedo percibirla. En especial en uno de ustedes... Tú — el gato alzó una de sus patas para apuntar.

— Eeeeehh ¿Quién? — Mabel miró extrañada a su al rededor.

— Lo siento, es difícil señalar con estas cosas. Denme un momento — un destello grisáceo nos cegó por un instante. Al recuperar la vista, el gato se había convertido en un hombre vestido con un traje gris — Así está mejor. Bien, ¿En qué me quedé?... Ah sí. Tú... — el demonio apuntó hacia mi tío Stan.

Gravity Falls "Una Vida de Misterio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora