Capítulo III

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Aquel extraño ser avanzó, dando lentos pasos. Con una gran sonrisa en su rostro, reflejando un inmenso regocijo. Él tenía su mirada fija en mi tío Stand.

— ¡Si das un paso más, te unirás a Bill! — el tío Ford gritó.

El sonido de las armas cargándose se escuchó claramente. Las armas que teníamos, contenían balas de anti-materia. Cualquier cosa que tocaran, era evaporada en seguida, sin dejar rastro. Armas como esas, dañarían a todo ser, sin importar la dimensión de donde venga. 

— Por favor. Cómo si de verdad pudieran dañarme con esas pequeñas...

Un disparo asesto en la mano derecha del demonio. Borrandola por completo.

— Solo fue una advertencia - el arma de Wendy humeaba. Ella sigue siendo genial.

— Eso fue inesperado — él miró su ya inexistente mano — Anti-materia, ¿eh? Eso impedirá que este cuerpo se regenere. 

— ¿Por qué te interesa tanto que hayamos derrotado a Bill? — Pregunté seriamente. 

— Cipher era lo más parecido a lo que aquí llamarían un "amigo".

— ¿Entonces deseas vengarte por él?

— En verdad, no. Lo odiaba. Todo el tiempo estaba hablando y no entendía la mitad de las cosas que me decía. Así que supongo que debería agradecerles por encargarse de él. Eso me ahorró la molestia de hacerlo yo mismo.

— Si es así. No entiendo porqué viniste hasta aquí.

— Creo que tendré que explicarlo. Yo me encontraba ocupado en mis asuntos, cuando sentí que la energía de Bill mermó hasta el punto de desaparecer casi por completo. De inmediato comprendí que alguien lo había eliminado. Así que pensé que sería divierto seguir el rastro y eso me trajo hasta aquí. En resumen: Solo vine a jugar.

— Supongo que lo de Bill nos hizo populares. En estos 10 años han aparecido como 5 o 6 tipos diciendo que eran más poderosos que él y que destruirían la Tierra. Pero como puedes ver, seguimos aquí. 

— ¿10 años? ¿Eso es mucho tiempo? - el ser preguntó con verdadera ignorancia.

— Pues... no tanto en realidad. Creo que es algo relativo.

— Veras, siempre he sido malo con eso del tiempo. Tal vez porque no es algo que me afecte o tenga algún efecto conmigo...

— ¡Escúchame! — mi tío Ford interrumpió — No me importa si era la novia de Bill, o si te crees el ser más poderoso de todos los universos. Tienes exactamente 20 segundos para dejar este planeta o solo serás otro demonio en la lista.

— Muy bien, fue un poco insultante decir que soy un demonio. En realidad soy un ser adimensional, atemporal y aespacial. No creo que haya un termino en su mundo que me defina, así que...

— Tú te lo buscaste... ¡FUEGO!

La ráfaga de disparos comenzó al instante. Uno tras otro las balas impactaban contra el cuerpo de ese extraño ser, desvaneciendolo enteramente. Pero a él parecía no importarle. El ser seguía hablando para sí mismo, como si nada estuviese pasando. 

Cuando su cuerpo desapareció finalmente, un verdadero horror nos invadió. Su voz profunda aún se escuchaba, incorpórea y envolvente.

— Eso sí fue divertido. Fue tan divertido, que me gustaría volver a hacerlo — la voz se hizo concreta tras nosotros. Volteamos y ahí estaba él — ¿Qué esperan? disparen — extendió sus brazos esperando ser acribillado nuevamente.

— Plan B. Hazlo, Mason — el tío Ford me ordenó.

Tomé 4 discos de metal y los lancé hacia él. En cuando cayeron al piso, alrededor suyo, desplegaron un EPCCOD portátil. Era un plan de contingencia provisional. Los refuerzos ya estaban en camino.

— ¡Esto es genial! En serio es alucinante. Ustedes son muy divertidos, ya veo porque Bill estaba tan obsesionado con ustedes — el ser reía sin parar.

— Sigue riendo. Dudo que de verdad puedas atravesar ese escudo. Es un modelo más actual que los que cubren las ciudades. Tiene una doble red de...

— Eeeeh Tío Ford — Mabel lo interrumpió.

— ¿Qué?... ¡No es posible!

El ser saltaba de un lado a otro. Entrando y saliendo del escudo sin dificultad o restricción alguna.

— Miren esto. Estoy dentro, estoy fuera. Dentro, fuera. Dentro, fuera. La verdad no sé que es esto, pero siento un pequeño cosquilleo cuando lo atravieso, es simplemente genial. Bueno, ahora sí, a lo que vine — él puso una cinica sonrisa en su rostro, llena de maldad.

— ¡No creas que te vamos a permitir destruir la Tierra!

— Otra vez con eso. Ya les dije que no voy a hacer eso. Sería algo muy fácil. Miren.

Chasqueó sus dedos. Todo se puso obscuro y una sensación de vació se apoderó de mí. No sabía que pasaba. Tan rápido como la luz se fue de mis ojos, todo regresó. Miré a mi alrededor, todos tenían la misma expresión de terror y sorpresa.

— Lo ven — aquel ser permanecía inmutable. 

— ¿Qué acabas de hacer? — pregunté alarmado y enojado. 

— Destruí su mundo y luego lo volví a construir tal y como estaba. Aunque nada de lo que está aquí es realmente lo que estaba hace unos segundo. Solo es idéntico. Eso los incluye a ustedes.

Nada de lo que decía parecía ser posible. Aún así, él se reía de nosotros con una expresión tan cínica, que hacía temblar mis piernas. Fue ahí donde nos dimos cuenta que, todo este tiempo, él solo estaba jugando.

Gravity Falls "Una Vida de Misterio"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora