Novios por 30 días

Día 1: La segunda primera cita

Desperté entre las sábanas verdes de mi cama.

Me estiré cuando ya estuve parada para luego ponerme mis pantuflas de oso panda.

Agarré mi celular y vi los últimos mensajes que tenía.

Tenía unos del grupo de mis mejores amigas, Ashley y Rose, y uno desconocido.

Ashley: ¿Cómo van vestidas hoy?
Rose: Un vestido rosa. ¿Y tú?
Ashley: Suéter rojo escotado y jeans.

Me di cuenta que solo hablaban de cómo irían hoy, típico de ellas, decidí salir del chat e ir al desconocido.

Desconocido: Hola Ginger Ale.

Rodé los ojos al leer eso porque ya sabía quien era.

Desconocido: Soy Dylan, tu novio.
Desconocido: Vístete linda hoy para mí (;

Me comencé a reír a carcajadas.

¿Él cree que yo necesito un motivo para vestirme linda?

Me volví a reír otra vez y decidí responderle.

Yo: ¿Cómo tienes mi número?

Sabía que alguno de mis amigos se lo tuvo que haber dado pero igual pregunté.

Deje mi celular donde estaba antes para bañarme y cuando saldría revisaría si me respondió.

Encendí el agua fría y caliente hasta que quedará tibia.

Me quite mi pijama hasta quedar completamente sin ropa y meterme a la ducha.

Cuando ya estuve adentro, comencé a pensar si lo de novios por 30 días saldría bien.

En verdad tiene sus pros y sus contras.

Sus pros son que le puedo dar otra oportunidad, volver a ser amigos y creo que ya.
Y sus contras son que podría salir lastimada como la última vez, enamorarme de él y creo que eso es todo.

Luego pensaré en más pros y contras.

Pero l verdad no quería sentía que esto iba a salir muy mal.

Salí de la ducha y enrollé mi toalla que tenía mi nombre en letras azules alrededor de mi cuerpo.

Abrí mi armario y pensé que ropa usaría hoy y me llegó a la mente el chat que me había mandado Dylan.

Será el primer día de escuela y tenía que dar una buena impresión ya que este era mi último año. Pero tampoco quiero que crea que me vestí linda para él.

Me decidí en usar un suéter morado de tiras que dejaba ver una pequeña parte de mi estómago, unos jeans y converse.

Me veía decente. No me veía "hermosa" pero me gustaba.

Perfecto, esto hará que piense que no quiero nada con él ya que ayer en el cine no le quedo claro.

Agarré mi celular y bajé para desayunar.

- Hola hija- saludó mi mamá sonriente.- Te prepare  panqueques.

- Gracias mamá- le sonreí agradecida.

Mi mamá era la que siempre nos preparaba el desayuno, el almuerzo y la cena.

Ya que no tenía papá porque mi mamá lo echó de la casa por ser infiel cuando yo tenía 10 años.

En verdad a veces me da lástima por mi madre que tuvo que criar a dos hijos sola.

- Buenos días hijo- apareció mi hermano gemelo, Henry, detrás de mí.