capitulo 2

1.7K 94 63
                                    

Las hojas secas crujían bajo sus pies, al tiempo que el viento arremolinaban sus largos cabellos plateados. Ah-Un lanzó un pequeño gruñido. El demonio pestañeó, despacio, al compás de su respiración. Debía ir, pero no soportaba la habitual e insoportable pregunta. Él jamás dejaría que Rin lo acompañara, ella era demasiado… importante, algo muy frágil, no podía arriesgarse.

Cerca de la aldea se encontraba cuando volteó y susurró, con autoridad, que Jaken que quedará allí. No quería llamar la atención. Pero, entre nosotros, ver a un demonio de casi dos metros con mirada fría y cortante caminando en una aldea de humanos era algo que llamaba bastante la atención. Pero no en esa aldea. La aldea de la anciana Kaede estaba acostumbrada a las idas y venidas de Sesshômaru y al habitual griterío de InuYasha. Nada muy normal pasaba hacía años, pero así estaban muy bien. Era bueno tener alguna que otra defensa en esos tiempos y un demonio enamorado de la pequeña Rin y un medio demonio temperamental venían bastante bien en aquella aldea desprotegida.

Los aldeanos giraban al verlo y lo saludaban, ya acostumbrados. Eso le irritaba mucho, no le gustaba que esa raza lo saludara como un igual, pero no podía armar mucho disturbio en aquel lugar.

"¡Señor Sesshômaru!". Sonrió despacio, con agrado. Rin se acercaba. Y él esperaba un abrazo… pero no… una apretada de pompa.

—¿Qué-estás-haciendo? —preguntó, aturdido.

—¡Nada! —contestó, ruborizada atacando esta vez la estola. Acariciándola suavemente, de aquí para allá.

—¿Pero qué…? —El demonio perro empezó a sonreír a girar su cabeza mientras pateaba suavemente el suelo—. ¡Ya… ya basta! —gritó, muy ruborizado, sosteniendo las muñecas de la muchacha, evitando su mirada—. Llama a Kaede.

— Yo… pero yo… —Lo miró, sonriéndole, y comenzó a pestañear rápidamente. Sesshômaru se preguntó si no le había entrado algo en el ojo. Al poco rato se dio por vencida—. Está bien —suspiró la chica, bajando la cabeza—. ¡Que tenga buen día, señor Sesshômaru!

¿Pero qué diablos le pasa a esa chica? Vieja verde, ¡qué atrevidas! Tengo que tener una seria charla con Kaede sobre el tema. Ya no puedo con esto.

—Ah… ¡fue un completo fracaso! —Rin se tiró sobre una silla, rendida.

—¿Qué pasó? —preguntó la exterminadora intentando hacer dormir al niño en sus brazos.

—Eso del contacto físico… no funcionó.

Sango la miró con el ceño a punto de fruncirse.

—¿Por qué? ¿Qué hiciste?

—Le agarré una pompa y se enojó…

—¡¿Qué hiciste qué?! —gritó Kagome, exaltada, haciendo llorar al pequeño hijo de su amiga.

—¡Kagome! ¡El niño! —Los ojos de Sango triplicaron su tamaño con rencor.

—Lo siento, Sanguito.

—Ya es tarde —refunfuñó acunando al crío una vez más y susurrándole cosas bonitas.

Rin volvió a hablar, como si nada de eso hubiese ocurrido, aturdida por su fracaso.

—¿No había que tener contacto físico?

—No tanto contacto.

—No importa, luego lo seduces poniéndote guapa —sonrió la sacerdotisa, ideando un nuevo plan.

Sesshômaru tomaba té, con los ojos cerrados, escuchando cómo Kaede revolvía el estofado.

—¿Cómo le enseñas eso a Rin?

—¿Enseñar qué? ¿El estofado? Es muy fácil, sólo le agrego un poco de especias y queda espectacular, te pasaré la receta si quieres…

—Eso no, anciana. Rin me tocó una… nalga. ¿Quieres que sea una pervertida o qué?

Kaede lo miró con sorpresa, y luego negó con la cabeza, mientras volvía a revolver el menjunje.

—Tal vez Kagome no sea tan buena influencia como creíamos, Sesshômaru.

—¿Tú crees? —contestó él, sarcásticamente.

Continuará

Aca se los dejo el segundo capitulo seguido del primero por mi pequeño error que los disfruten♥♥♥♥♥

plan de seducción (sesshomaru-rin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora