plan de seducción (sesshomaru-rin)

capitulo 5

Plan de seducción

Rin había abandonado sus tacones y el maquillaje. Caminaba decidida. Sus pasos resonaban en el corto pasillo de esa cabaña. Sí. Estaba decidida. Iba a hacerlo, quieran o no.

—¡Señor Sesshômaru! —Entró en la habitación en la que estaba él, su hermano y el monje, estos últimos dos todavía riéndose de algo que escapaba al conocimiento de Sesshômaru y Rin. Todos se pusieron serios al verla entrar y observar su expresión—. Señor Sesshômaru, no es que quiera ser maleducada ni nada, pero escuche. Tuve que ser una pervertida, usar pantimedias, usar tacones y rímel. ¡El rímel, por Kami-sama! Todo fue una absoluta y completa pesadilla, y no es que me guste elevar la voz, pero estoy harta del asunto. Hice todo por un maldito beso y ya no puedo más —respiró profundamente—. Me rindo.

Lo peor de todo es que se había depilado con cera, cosa que no se animaba a decir.

Sesshômaru parpadeó, tranquilo, sin cambiar la expresión.

—¿Si te doy un beso, vuelves a ser tú?

Rin casi murió en ese segundo.

—¿Lo harías? —era mitad susurro, mitad súplica.

Hasta le parecía tonto suplicar por un beso, pero Sesshômaru era tan inalcanzable y perfecto para ella, que moría por simplemente, sentir que él la quería así aunque sea un ratito.

Sesshômaru se incorporó, se acercó ante su atónita humana favorita, que lo miraba como si de repente se hubiera vuelto loco, y sostuvo su rostro suavemente, acercando su rostro hacia ella, y besándola de manera dulce, ignorando totalmente la presencia del resto de las personas.

Era un beso de aquellos que no podrían decirle ni a tus amigos verdaderos, porque no lo entenderían jamás. Nunca podría describir exactamente lo que sintió, todo es cosquilleo que la recorrió desde los labios hasta la punta de los pies, volviéndola roja de inmediato, totalmente loca por el montón de mariposas que revoloteaban dentro suyo.

Sesshômaru finalmente dejó de besar sus labios, separando su rostro apenas y mirándola con los ojos dorados sonriendo por él. Rin aún mantenía los ojos cerrados, deseando que nunca terminara aquello.

—¿Vuelves a ser Rin? —preguntó luego él, como en un murmullo. Rin abrió los ojos y se encontró con los de él, sintiendo que sus mejillas ardían.

Sesshômaru no dejaba de tomar su rostro, obligándola a mirarlo directamente.

—¡Sí! —saltó a sus brazos, abrazando su cuello mientras él respondía a su abrazo, intentando no sonreír.

A veces, pensó Rin luego, no hay que exagerar ni planificar. Los mejores momentos vienen solos, y se transforman en recuerdos mágicos, hermosos.

Lo importante, se repite Rin cuando rememora el beso, es ser uno mismo y dejarse llevar.

Fin.

Gracias por leer y decirles que  muy pronto  se dara el estreno de nieve blanca y rosa roja...
Asi que los invitos a mi nuevo cuento besotes♥♥♥♥♥