Una vez más.

Tipeo

Me sorprende tu carácter.

A pesar de ser tarde sigues trabajando, tan inmutable como siempre.

Sólo te puedo mirar mientras el repiqueteo de la máquina de escribir llega a mis oídos.

-Deberías ir a dormir.- Dices con aquella voz grave y profunda que ahora toma incluso un aire de desesperación. Pero no, no te dejaría, me pediste que te acompañara mientras trabajabas, siempre digo que te sobre-esfuerzas pero me contestas con una sonrisa haciendome creer que estás bien. -No, estaré aquí.- Apenas logro decir bajo tu mirada que amenaza con penetrar mi alma y lo logra haciendo que incline la cabeza hacia ti.

Sonríes cansado y comienza de nuevo ese tipeo arrítmico y torpe que sólo tus manos pueden lograr.

Después de unos minutos quitas las hojas y aquel sonido se detiene, debe ser de mañana pues hemos pasado bastante tiempo aquí. -Vamos a dormir- susurras sonriente mientras obscuras lunas rodean aquellos ojos brillantes que nunca pierden ante los míos, que me derrotan y me hacen caer ante ti. Ser tuya sin haber hecho cosa alguna, ser tuya sin morbo alguno.

Tomas mi mano mientras nos dirigimos a la habitación. Me cobijas entre tus brazos y depositas un suave beso en mi frente. Cierro los ojos fingiendo dormir y siento tu mano recorrer mis parpados hasta mis mejillas -Se que no estás dormida-, -calla, déjame soñar- me delato ante su suave tacto -No es un sueño, estoy aquí.- río -No digas que no sueñas conmigo porque yo soy lo único que inunda tu mente.- dice mientras suspira.

-y ¿cómo lo sabes?- pregunto- porque me pasa lo mismo, todo el tiempo-dices cerca de mi oído -descansa- .

De pronto siento tu respiración calma y tu grave susurro desaparece en un beso que nos bastará hasta que el amanecer llegue, y el sol como teclas de máquina golpee nuestra ventana y pueda ver un nuevo y calmo día despertando a tu lado, en tus brazos. Sintiendote a partir de una mirada llena de letras que silban en el viento la palabra que nos une "amor".