La depresión vuelve a mi de una manera súbita, no puedo encontrar mi libro favorito de la infancia, lloro incluso por la desesperación.
Pero por dentro se que es porque no estás aquí, porque has sido un idiota conmigo.
No me soporto, no te soporto, lo único que quiero hacer es dormir y ya no despertar. Ya no quiero saber de ti, porque tu recuerdo me hace daño, sin embargo no lo evito. He aprendido a vivir por mi propia ley, y lo único que me apena es no haberlo hecho antes. Pero como siempre después de una herida queda una cicatriz, en mi caso, muchas de las mías llevan tu nombre.
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Una vez más.
Short StoryPensamientos matutinos y nocturnos que invaden mi mente con tan sólo pensar tu nombre.