capítulo 102

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Susan después de haber acabado con las maletas, y después de pensarlo mucho, se va a donde ha dejado su teléfono móvil, busca el número de su amiga, Marta y marca el número de teléfono.

Durante varios minutos , sólo se oye el sonido de la llamada, cuando piensa que su amiga aún no ha llegado y que deberá llamarla más tarde, por lo que decide colgar, responden a su llamada.
- Si, di me Susan que ocurre, en que te puedo ayudar.

Susan sonríe y responde.
- Hola Marta, pensé que no podías hablar y iba a cortar la llamada para llamarte más tarde.
Marta responde.
- No , lo que ocurre es que estaba en otra parte de la casa y no tenía el móvil a mano por lo que tardé en poder contestar.

Susan vuelve a sonreír y dice.
- ¿ Puedes hablar ahora?
Marta que conoce a su amiga responde.
- No te preocupes, se que si no fuese importante no llamarías y aún así seguro que te lo pensaste muy bien, me equivoco Susan.
Susan responde.
- No , no te equivocas, ante todo sabes que no me gusta estar molestando te ya que tú también tienes mucho que hacer pero necesito que me ayudes a averiguar qué ocurre con cierta persona, como sabes vamos a ir a allí y no quiero llegar y encontrarme con sorpresas desagradables.

Marta responde.
- No te preocupes, no creo que él siga viviendo allí pero lo voy a averiguar. ¿ Sabe algo Anton sobre él?
Susan piensa unos instantes antes de responder y dice muy seria a su amiga.
- Anton sabe parte de la historia pero ni él , ni mi hermana Ann saben toda la historia ya que si Ann se entera después de todo lo que ocurrió podría haber un grave problema.

Marta le dice a su amiga Susan.
- Creo que deberías contarle a Anton y a tu hermana Ann toda la historia porque si él sigue viviendo allí y te lo encuentras sería un grave problema.
Susan piensa unos minutos y le dice a su amiga.
- Tendré que considerarlo, pero ahora necesito averiguar si sigue viviendo allí.
Marta vuelve a preguntar a Susan.
- ¿ Qué vas a hacer si lo encuentras, vas a enfrentarte a él?
Susan responde.
- La verdad aún no lo sé, deberé pensar que voy a hacer.
Marta responde a su amiga.
- Bien, por lo pronto voy a averiguar lo que me has pedido. ¿ Necesitas que averigüe algo más?
Susan piensa unos instantes y responde.
- No, porque Mike se que sigue viviendo allí, lo que él no sabe es que tengo varias pruebas para destruirlo y lo voy a hacer.
Marta desde el otro lado del teléfono le dice a su amiga Susan.
- Ten cuidado, ya sabes que tiene apoyos muy gordos.
Susan responde.
- Si lo sé, pero las pruebas que tengo son bastantes a importantes y sé que a él no le interesa que sus socios se enteren y además a ellos no le gustan llamar la atención y si eso llegará a pasar por culpa de Mike, él acabaría muy mal.
Marta contesta.
- Bien, por lo menos cubre te las espaldas, amiga.
Susan sonríe y contesta.
- Eso ya está hecho, ahora voy a saber que ocurre con mi hermana Ann y Preston y recuperar lo que nos quitaron .
Marta responde de nuevo.
- Bien, quieres que te acompañe alguien para seguridad tuya y de todos los tuyos, te puedo conseguir protección en muy poco tiempo. Lo digo principalmente por los niños, amiga.
Susan piensa unos segundos y dice a su amiga.
- ¿Y como justificaría la presencia de ellos, Marta?
Marta piensa unos instantes antes de responder a su amiga Susan.
- Aún no tengo la idea muy clara pero seguro que se ocurre algo, mientras me encargo de contratar los.
Susan un poco indecisa, después de valorarlo detenidamente le dice a su amiga.
- Está bien , pienso que los niños no pueden estar en peligro innecesario, así que contrata los.
Marta respira más tranquila y le dice a su amiga.
- Creí que tardaría más en convencerte, que hagas esto me tranquiliza.
Marta y Susan siguen hablando y poniéndose de acuerdo. Cuando ya están de acuerdo en todo , se despiden y acaban de hablar por el móvil.

A continuación Susan deja el móvil en la mesa de la sala y se dirige hacia la cocina para preparar la mesa ya que Anton y los niños están a punto de llegar.
Mientras va colocando la mesa, Susan está recordando la conversación que acaba de tener con su amiga Marta y después de darle muchas vueltas al asunto decide que debe informar a Anton de la parte que él no conoce de la historia que le contó en su día pero dejándole claro las cosas ya que sino puede tener un problema con su marido, cosa que no desea.
Susan acaba de poner la mesa, y ese momento oye como se acerca un coche a la entrada principal, por lo que sonríe y se dirige hacia la entrada de la casa para esperarlos.

Mientras Anton y los niños llegan a la casa, para el coche, echa el freno de mano, apaga el motor del coche y quita la llave. Después se quita el cinturón de seguridad y mira hacia donde están los niños niños sentados y les dice sonriendo.
- Espero que me ayudéis a convencerla.
Los niños asienten con la cabeza mirando a Anton.
En ese instante Susan abre la puerta de la entrada principal y se dirige hacia donde se haya el coche sonriendo y al llegar dice mirando los.
- Bueno, ya llegasteis, ¿qué pizzas habéis escogido?
Los niños miran a Anton y éste sonriendo responde.
- Pues verás al final no fuimos a buscar pizza ya que nos apeteció otro tipo de comida.
Susan les mira a todos pero principalmente a los niños que todos ponen cara angelical sonriendo.
- De acuerdo, y que comida habéis elegido al final.
Anton mira a los niños y los niños miran a Anton y después a Susan y todos dicen a la vez.
- HAMBURGUESAS.
Susan se ríe a carcajadas y dice.
- ¿Sólo las hamburguesas?
Uno de los niños responde.
-No, también pedimos patatas, bebida y helado.
Susan mira a Anton que está callado y dice.
- Ya veo que al final te acabaron convenciendo o fue al revés.
Anton sonríe y responde.
- Pues , la verdad no lo sé.
Susan les manda que entren en la casa a los niños, mientras Anton y ella llevan las bolsas con la comida.

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El Secreto de  la maestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora