capítulo 109

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Los agentes miran al comisario y le dicen muy serios.
- Señor ya es la hora de ponernos en marcha, ya que dentro de poco es la hora de cambio de turno y eso nos puede favorecer.

El comisario mira a los agentes y les dice.
- Si es cierto, vamos a preparar lo todo.

Uno de los agentes dice.
- Por cierto señor, en cuanto al tema de seguridad, ¿creé que debemos ampliarlo, añadiendo nuevas medidas?

El comisario responde.
- Si lo creo necesario, no sabemos aún que podemos encontrarnos.
Los agentes asienten con la cabeza.
El agente añade.
- Por cierto señor cuando veníamos de la comisaría y estábamos saliendo , hemos comprobado como un par de compañeros estaban muy pendientes de nosotros por lo que decidimos modificar la ruta para así despistarlos, sabemos los nombres y el número de placa de ellos y lo hemos anotado en la libreta.

Ann que ha estado atenta a la conversación interviene y dice.
- Comprendes ahora cuando digo que debes tomar medidas para evitar que nadie lo vea ya que sino puede acabar asesinado en menos de media hora.

Julio empieza a temblar al oír la palabra de asesinato.

El comisario responde.
- Tienes razón y no te preocupes seguiremos tus sugerencias, no queremos que a Julio le pase nada estando en la comisaría.

En ese momento vuelven a tocar en la puerta, Charles da permiso para entrar en el despacho a los empleados y cada uno de ellos trae consigo varios paquetes.

Ann mira a los empleados y les dice.
- Por lo que veo vienen con muchos papeles. ¿ Dónde estaban?. ¿Acaso encontraron todos estos documentos donde decía Julio?.
Uno de los empleados responde.
- Bueno la verdad es que una parte estaba donde él decía pero cuando estábamos allí, otro de los compañeros al ver lo que estábamos haciendo, nos preguntó que buscábamos, le dijimos que unos papeles que nos había pedido Julio que le lleváramos y entonces fue cuando nos dijo que si también íbamos a llevar los que estaban detrás del armario pequeño situado a la entrada. Le preguntamos de que hablaba mientras lo grabábamos todo y fue cuando aparecieron todos estos otros papeles por lo que decidimos traerlos también.
Ann mira a Julio muy seria y le dice.
- Así que intentando engañarnos, decías que no mentías y que ibas a decir la verdad. Ahora entiendes porque no hago tratos con nadie, tarde o temprano acaban mintiendo o engañando.

Julio responde.
- No , no es cierto, lo que ocurre es que me había olvidado de esos papeles porque no son nada importantes.

Ann le mira y responde.
- Como comprenderás , la persona que va a decidir si son importantes o no , no vas a ser tú, sino yo y algunos amigos míos que los van a estudiar muy detenidamente.

Julio asiente con la cabeza, muy nervioso, mirando a todos los lados.

Ann mira los documentos que han traído los empleados y cuando esta a punto de dejarlos dice.
- Vaya y dices Julio que no son importantes estos papeles.
Ann continúa hablando.
- Está visto que lo que tú consideras sin importancia, en realidad son más importantes de lo que nos das a entender, así que voy a hacerte otras preguntas. Según tú nada más eres un simple peón que está trabajando para ganarse un dinero que te daba Mike, pues resulta que aquí trae que eres una pieza bastante importante ya que no es la primera vez que trabajas para estas personas por lo que deduzco que sabes más de la organización de lo que dices.

Julio palidece al oír hablar a Ann, por lo que intenta negar lo diciendo.
- De verdad estan equivocados eso es falso, yo solo quise sacar un poco de dinero para dejar de trabajar.
Ann lo mira y dice furiosa.
- Vale más que te calles Julio, porque no te creo nada.
A continuación se gira y dice a los agentes que están esperando para llevarse a Julio.
- No quiero oír que tenían lástima de él, bajo ninguna circunstancia, queda totalmente prohibido llamadas de cualquier índole, así como ponerse en contacto con cualquier persona, lo he dejado bien claro o lo explico mejor.
Los agentes asienten a la vez con la cabeza.

El Secreto de  la maestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora