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Estaba saliendo de la escuela, eran las 3:56 p.m, hoy había sido un día como cualquiera repitiendo la rutina de siempre, levantarme, alistarme para la escuela, tomar el bus, hacer apuntes, la hora del almuerzo, más clases, salir y caminar a la pequeña tienda en la que trabajaba que estaba a una cuadras de ahí.

Cuando llegue a la tienda la señora Lee me resivio con un saludo de mano y yo hice una leve reverencia.

–Hola señora Lee. –quite la mochila de mis hombros y la deje recargada detrás del mostrador.

–Que bueno que llegas, Yeri ¿Puedes trapear el piso y lavar las ventanas? Es que comenzó a dolerme la espalda.

–Está bien señora Lee, vaya con cuidado, no se preocupe. –le sonreí dulcemente, ella tomo sus cosas para salir por la puerta principal y sonó la campana que avisaba cuando los clientes llegaban.

Suspiré y busque las cosas de limpieza que estaban en la bodega, prepare el agua para trapear y tome el mechudo para comenzar a limpiar, después de que termine me acerque a las ventanas y comencé a limpiarlas con un paño, a lo lejos pude ver a un chico de piel pálida y mirada sería, tenía un cigarrillo entre sus labios, me le quede viendo de arriba abajo, cómo sacaba el humo por su boca después de darle una calada al cigarrillo, pero Upps...!! Me estaba mirando.

La campana sonó y me sobresalté, vi que soltó una risilla y aventó el cigarrillo al suelo, se dio la vuelta y se marchó, miré hacia la puerta y estaba una chica más alta que yo y con cabello castaño.

– Buen día. –sonrei y la chica solo fue a buscar frituras y bebida.

Dejé el paño ahí y fui detrás del mostrador para cobrar lo que la chica había tomado y registre la compra, ella solo tomo las cosas y se fue.

– ¡Vaya! –volvi a la ventana pero el chico ya no estaba, volví a tomar el paño y terminé de limpiar la ventana.

Volvi a mi puesto, no tenía nada más que hacer, solo esperar a que llegaran los clientes y cobrar. Los clientes llegaban y hacia lo mismo de siempre.

Pasó el tiempo y dio la hora en la que terminaba mi turno, espere a que llegara Taehyung ya que a él le tocaba el turno nocturno. En lo que llegaba guarde mis cosas y me coloque mi abrigo, puse las correas de mi mochila sobre mis hombros y me quedé mirado a la ventana.

Ahí estaba de nuevo el chico pero esta vez no estaba solo venía con un chico alto y un poco moreno. Venían hacia la tienda, me reincorpore en la silla y solo entro el chico más alto.

Se dirigió a la parte en donde había bebida alcohólica y yo me quedé mirando al chico de afuera. El moreno camino hacia el mostrador y puso las botellas sobre el.

– Me da unos cigarrillos. –lo mire bien y después me giré para tomar la caja de cigarrillos que estaban detrás de mi.

– Serían $156, si eso es todo. –meti las botellas y los cigarrillos en una bolsa de plástico.

– Solo eso. –dijo seriamente y me dio el dinero el cual yo metí en la caja registradora.

Sonó la campana y miré hacia la puerta. Era Taehyung quien me sonrió y yo hice lo mismo, el chico tomo la bolsa y salió. Yo camine hacia Taehyung.

– Me tengo que ir, el infierno me espera. –dije irónicamente y el río.

– Que la fuerza te acompañe. –rei y empuje la puerta para salir de ahí.

Miré hacia donde estaban los chicos pero solo se encontraba uno. El chico pálido quien traía un cigarrillo entre sus labios. Me di la vuelta en direccion contraria hacia donde era la parada del bus, cuando llegue espere unos minutos sentada en la banca que estaba debajo de un tejado. A los minutos pasó el bus y yo subí. Pase mi tarjeta por el aparato y me fui a sentar en un asiento cerca de la ventana.

Miraba por dentro a las personas que iban en pareja, con amigos o iban en familia.

"Que buena sería la vida así..." Dije para mí misma y abrace mi mochila. Después de un rato me levanté del asiento y oprimi el botón para que el bus se parara.

Cuando se paró por completo baje de el y camine hacia la puerta de mi pequeña casa. Tome las llaves y al abrir solo me encontré con lo de siempre. A mi madre con otro hombre tomando y con la casa llena de olor a cigarrillos y humo.

Entre y cerré la puerta detras de mi. Mi madre me miró y yo lo que hice fue una mueca de desagrado.

– Yeri, ven!! –grito enojada y yo le obedecí.

– ¿Que pasa madre? –dije con desinterés, era lo mismo de siempre.

– Has la cena! –suspire y camine a la cocina dejando mi mochila en algún lugar.

Empecé a hacer de comer enojada. Siempre que volvía a casa vivía esto, soportar ver a mi madre ebria y con otro hombre, si es madre la que puedo llamar. Al terminar dejé los platos en la mesa y tome uno para subir las escaleras.

Llegue a mi habitación y entre, me senté en el escritorio y comencé a comer. Sola como cada noche, escuchando la música de afuera, termine y deje el plato ahí, entre al baño y me saque la ropa.

Entre a la ducha y deje que el agua mojara mi cuerpo, comencé a bañarme y cuando termine salí con mi pijama ya puesta, cepille mi cabello y lave mis dientes.

Me acosté en la cama mirando a un punto fijo, mis párpados pesaban y mi cuerpo igual. Fui cerrando los ojos y fue cuando quedé profundamente dormida.






No olviden dejar su hermosa estrellita☆
Gracias por leer♡

Te Culpo | MYG ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora