El corazón de Len no dejaba de palpitar a un ritmo no muy natural, no sabía si era por la fatiga de haber corrido desde la casa de su novia, con su hermana pequeña a hombros hasta el hospital o por el más obvio echo, el sentir que su hermana gemela se estaba alejando de él y no podía hacer nada para evitarlo. No quería volver al pasado, un pasado dónde sólo podía quedarse sentado viendo cómo su gemela pasaba de habitación en habitación, de quirófano a quirófano, no quería eso de nuevo. Lo único que más anhelaba era volver a jugar con ella cómo en el pasado, cuándo eran más pequeños.
Siguió corriendo por todos los pasillos, no necesita preguntar dónde se encontraba su familia ya lo sabía, lo sabía perfectamente, es más se conocía el hospital enteró incluso mejor que los propios doctores del lugar. Reducio el paso al notar como Kaori se ponía tensa al ver los alrededores, intento calmarlos tarareando una de las canciones que su gemela y él compusieron: Regret Messenge. La pequeña castaña se calmó con la voz de su hermano, afreandose a sus hombros ambos siguieron su camino con la misma velocidad de antes.
Una vez divisó a su madre, gritó con el poco aliento que le quedaba.
— ¡Mamá! ¿Cómo esta Rin?— Preguntó entre jadeos, Kaori se bajo de su espalda de un salto para después esconderse detrás del rubio — ¿Hay alguna noticia? ¿Dónde está papa? ¿Por qué tienes algodón en tu brazo?
— Cariño, quiero que tú y la niña pequeña os sentéis primero — habló su madre, sujetando su hombro y empujándolo para atrás. Len sentó a Kaori en sus piernas, para calmarla un poco, al parecer, por lo que el rubio pudo notar, la infante tampoco tenía buenas experiencias con el hospital — Len, tu hermana necesita un trasplante de médula ósea, para ayudarla estamos haciéndonos pruebas de sangre, para las células madre. El médico nos dijo que un hermano tiene más posibilidades que los padres. Por favor Len, se el pánico que le tiene-
— ¡Lo haré!— interrumpió enseguida el rubio—. Lo haré mamá, sólo dime dónde es.
Su madre asintió feliz, señaló la puerta de detrás suya, indicándole el lugar. Len beso la frente de su madre.
Se agachó hasta quedar a la altura de su hermana:— Kao, por lo que veo no te gustan estos lugares pero...— pausó un momento, intentando no derrumbarse — Tu hermano mayor necesita entrar allí, para poder ayudar a tu otra hermana mayor, ¿vale? Prometo volver e iremos de nuevo a casa de Miku, para que Mikuo y Ayato te enseñen muchas cosas más. Así que ¿me soltarías un poco?— Len acarició una de las mejillas de Kaori, esta de aferraba al pantalón de su hermano, su mamá siempre estuvo aquí haciendo pruebas, la pequeña niña tenía miedo de que su hermano mayor se enfermé por su culpa, cómo los demás niños de su primaria le habían dicho.
— Si te vas no te pondrás enfermo, ¿verdad, me lo prometes?
— Claro, volveré y te cantaré muchas veces más, cómo me lo habías pedido —. Kaori soltó el trozo de ropa de su hermano. Len abrazó una vez más a su hermana, para así entrar a la habitación que había detrás de la puerta.
Una vez dentro, vio a la —ahora— esposa de su padre, esta sujetaba lo que parecía el abrigo de su padre. Sin hacer el menor ruido se acercó al hombre que estaba delante suyo. Tocó su hombro para que se girase.
— Soy Len Kagamine, hermano gemelo de Rin, vengó a hacerme la prueba.— el hombre solo asintió, señaló la silla, diciéndole que se sentará — Rin espera un poco más.
（・∀・）
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