-¡Espera, Vegeta! –Gritó Goku desde la puerta y como por arte de magia, desapareció y apareció junto al nombrado en una milésima de segundo –Acordamos no matar a nadie –Dijo en tono serio.
-No puedo dejarla con vida, Kakaroto –Su agarre se mantenía firme, pero su malévola sonrisa se había esfumado con la llegada del muchacho –Ya lo sabe todo –explicó- Si le llega a decir el más mínimo detalle a alguien, todo se arruinaría –Suspiró pesadamente y lo miró a la cara -Sabes que no podemos arriesgarnos.
Me di cuenta en su triste y apagada voz, que en realidad no quería asesinarme y en el rostro de su amigo buscaba una especie de excusa para no tener que hacerlo.
-Vegeta, esto fue un riesgo desde el principio –Sentenció Goku.
Luego de unos segundos de profundo silencio, el sayajin miró mis, ya cristalinos, ojos y me bajó lentamente hasta que mis pies se asentaron en el piso. Sin embargo, no liberó mis brazos.
-Tienes suerte, humana –Su sonrisa volvió, al igual que su tono burlón –He decidido no matarte.
Pestañé para limpiar las lágrimas que estaban por salir y sentí que soltó su agarre ¡Por fin libre!
-Pero deberás quedarte aquí encerrada para siempre.
¡Puta madre!
-Vegueeetaaa –Habló frustrado e infantil, Gokú –No le haremos eso tampoco, tiene familia y amigos –Intentaba que el príncipe recapacitara.
-Bieeen –El de cabello en flama giró los ojos y comenzó a caminar lento de aquí para allá –Hagamos un trato
Tragué saliva y hablé firme:
-¿Qué tipo de trato? –Levanté una ceja y, ante mi pregunta, el odioso extraterrestre rió suavemente.
-No me digas que… -Gokú no terminó su frase, al parecer Vegeta sabía a lo que se refería.
-Sí, Kakaroto, sí. Es perfecta para eso –Su sensual…digo, su estúpida sonrisa me ponía los pelos de punta –Nos enseñarás a ser buenos terrícolas, así nadie sospechará jamás de nosotros.
-¡Ah! ¡Qué alivio! –Exclamó alegre Gokú –Milk se pondría muy triste si su mejor amiga muere y probablemente ya no se casaría conmigo.
-¿Milk? ¡Casarse! –Me desconcertó totalmente.
¿¡De qué hablaba el troglodita este!? ¡Solo había dicho que le gustaba! ¡Milk siquiera estaba al tanto de esto!.
-¡Así es! –afirmó enérgicamente –Me lo propuso después de que le conté nuestro secreto.
-…
-…
-que… ¡¿QUE HICISTE QUÉ?! –Vegeta le gritó enfurecido y con la sien llena de venas -¡MALDITO INSECTO, LA CONOCISTE HOY! –Le arrojó una mesa.
Sé que el más grande sueño de mi amiga era casarse, PERO GOKU ES UN EXTRAÑO…¡ Y DE OTRO PLANETA!
En fin.
Extraterrestres o no, no pienso perder mi valioso tiempo por nada, así que carraspeé mi garganta para llamar su atención y terminar de una vez con el asunto.
-¿Y yo qué gano? –Hablé en tono neutral.
Mi miedo fue sustituido rápidamente por seguridad, debido a mi habilidad de hacer acuerdos favorecedores para mí.
Obviamente no iba a aceptar su bobo trato, es decir, soy Bulma Brief, todo lo que quiero puedo conseguirlo por mi cuenta. No tienen nada que me interese.
-Vivir.
-Acepto.
Y aquí comienza mi tortura.
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Mi nuevo compañero de clases.
Fanfiction¿Nunca te ha pasado que cuando tus maestros te dicen que tendrás un compañero nuevo te llenas de curiosidad por saber quién será? Pues yo también. Y si te dijera que esa persona que entrará a tu salón, minutos después intentará asesinarte ¿lo querrí...