Horas después, me encontraba caminando por la calle buscando la dirección con el papel que me había dado Vegeta en la escuela.
“No conozco esta parte de la ciudad”, había cada vez menos casas, la mayoría parecían abandonadas. No pasaban casi vehículos, ni personas. Todo era bastante silencioso y por alguna razón tenía la horrible sensación de que varios ojos me miraban.
“Debe ser aquí”. Me detuve frente a una casa con el mismo número que el papel.
Esta era grande y antigua, color blanca de madera. Su jardín delantero estaba descuidado, el pasto estaba bastante crecido y amarillento.
Antes de abrir la puerta de reja negra, que separaba la propiedad de la vereda, busqué con la mirada a algún perro que me impidiera el paso luego, pero no vi ninguno así que la abrí y avancé.
Levanté la mano para golpear, pero extrañamente antes de que mis nudillos tocaran la puerta, esta se abrió.
-Llegas 17 minutos tarde, mujer –me recriminó para luego hacerse a un lado y dejarme pasar.
-Primero que nada, HOLA! Y segundo y lo más importante – me acerqué a él hasta casi rozar su nariz- Mi nombre es BULMA! Así que llámame por mi nombre, grosero! –al parecer no se esperaba esa reacción de parte mía, porque su cara delataba sorpresa mientras que yo no pude callar mi carcajada –Por cierto, tu casa es linda –admití, pues por dentro era detallada y espaciosa- por cómo eres, pensé que vivías en el zoológico- dije divertida para hacerlo enojar.
Pero lejos a la reacción que esperaba, Vegeta me miró confundido y me preguntó con su profunda voz:
-Pensé que en el zoológico solo vivían algunos animales exóticos, para el entretenimiento de las personas.
-Pues, por eso –reí sin gracia girando los ojos.
Me hizo pasar a un living, todo estaba ordenado y limpio. Lo único que me extrañó fue que no hubiera ninguna foto familiar, ni siquiera una de él.
Ya llevábamos tiempo haciendo el proyecto arrodillados en unos almohadones violetas frente a una mesa bajita de living, descubrí que era muy inteligente pero muy callado y con “muy callado” me refiero a MUY callado. “¡ya no aguanto tanto silencio! Cualquier otro chico de la escuela hubiera tratado de llamar mi atención o de hacerme reír o ¡siquiera de hablarme!” pensé algo frustrada. “o tal vez solo sea tímido, sí eso debe ser”.
-Oye Vegeta –empecé- Con quién vives?
-Con Kak… con Goku –contestó mientras revisaba unos apuntes
-Ya veo…-hice una pausa- pero te gustan las chicas, cierto? –por primera vez me sonrió clavándome su penetrante mirada.
-Que viva con un chico, no significa que sea su pareja –hablando en tono gracioso- pero si fuera de ese “bando” ¿no crees que elegiría a alguien con un poco más de cerebro? –su comentario me hizo reír, esta vez fui yo la sorprendida por tal respuesta.
-¿Y qué hay de tus padres? –hacía rato que quería preguntar.
-Mi madre murió poco después de que yo naciera, la verdad no la recuerdo –habló en tono neutral, como si me hablara de algo sin importancia- y mi padre murió cuando tenía alrededor de diez años
-Lo… lo siento mucho –bajé mi cabeza, sentí pena por él y a la vez, me sentí una idiota por preguntar. Yo no sé qué haría si me pasara algo así.
-Pues yo no –Me respondió inmediatamente haciendo que levantara mi rostro para mirarlo- pues, no era un “gran padre” que digamos.
De repente se escuchó un portazo.
-¡Vegetaaa! –la voz de Goku- Llegué –entró sonriendo como de costumbre y me miró- ¿Bulma cierto? ¿Eres la amiga de Milk? –se me acercó rápidamente y se agachó para quedar a mi altura.
-eh…sí, ¿porqué? –estos chicos eran como el día y la noche, ¡no se parecían en nada! Es decir, los dos eran muy opuestos. Vegeta era serio, tranquilo y orgulloso. Goku era alegre, infantil y directo.
-Porque me gusta mucho –ok me equivoqué no era directo, ¡era directísimo! Al terminar de decirlo el pelo en flama se ahogó – ¡Vegeta! ¿Qué te pasa? ¿Tienes una pelota de saliva en tu garganta?– ¿Pelota de saliva? ¡Quién rayos dice eso!
-Emm… necesito usar el baño –mentí, en realidad era para contactar en secreto a Milk y preguntarle sobre qué pensaba del chico.
Si me decía que le agradaba o algo por el estilo, los ayudaría a estar juntos y si me decía lo contrario, lo detendría, evitándole su corazón roto. “Soy tan generosa”.
-Está por el pasillo, la última puerta –amablemente me indicó Goku- pero no abras la puerta lila que está a la izquierda- noté cómo Vegeta frunció el ceño y le pegó un codazo-¡Auch! ¡Por qué me pegas! ¡Le dije que no entrara! –me levanté y fui hacia el baño pensando en qué habría detrás de esa misteriosa puerta.
Obviamente como la chica responsable que soy, pasé de largo y ni me acerqué a ella… a quién engaño, apenas la vi salté a abrirla.
Estaba oscuro, prendí la luz y descubrí que era la puerta del sótano. Como eso no sació mi curiocidad, comencé a bajar sin hacer ruido.
Al terminar de bajar... Mis ojos no podían creer lo que veían...
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Mi nuevo compañero de clases.
Fiksi Penggemar¿Nunca te ha pasado que cuando tus maestros te dicen que tendrás un compañero nuevo te llenas de curiosidad por saber quién será? Pues yo también. Y si te dijera que esa persona que entrará a tu salón, minutos después intentará asesinarte ¿lo querrí...