Tres puñaladas [TERMINADA]

Te noto raro, Hobbit

Ash Nazg durbatulûk, ash Nazg gimbatul, ash Nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul.

Bilbo se sentía mareado con frecuencia últimamente, era extraño por su parte, ya que no estaba herido, tampoco había dejado de comer, ese era un problema que en los Hobbits <Él sobretodo> Era faláz, pero le era inevitable cansarse con facilidad, más bien eran la fatiga y el sudor frío quienes aparecían y aunque él pensaba ocultarlos muy bien, los demás lo notaban y por ello siempre le preguntaban si todo iba bien. Bilbo, más que esconderlo de los demás, lo escondía a si mismo, pues no quería llenar su mente con preocupaciones inútiles según el.

-Quietos. Acamparémos aquí.

Dada la orden por Thorin, los enanos, más que contentos se dejaron caer al suelo, cansados, adoloridos, pero sobretodo, hambrientos. Bomfur empezó a cocinar lo que parecía ser una sopa de conejo... O varios. Mientras todos estaban sentados charlando y otros intentaban mangar algo de comida, Bilbo se sentó algo alejado del grupo, pues extrañamente no tenía hambre y encíma volvió a fatigarse. Gandalf iba a acercársele para preguntarle si todo iba bien, pues que un Hobbit no comiera <Repito. Sobretodo él> era tan tan raro o más bien grave como si un elfo empezaba a comer carne si de comida hablamos, o que un enano pierda el interés en el oro. Pero por alguna razón, fue Thorin escudo de roble quien se acercó al Hobbit.

-Hey, tú.

Bilbo alzó la mirada, con su semblante de siempre.

-Te noto raro, Hobbit.

-¿Raro? ¿Porqué? -Por muy extraño que pareciera, Bilbo realmente se lo preguntaba.

-Bueno pues... -Thorin llevó sus manos a sus rodillas, sentándose de por mientras. -Te fatigas con facilidad, muchísima más de lo normal y eso es mucho decír. -Thorin rió levemente a su manera, mientras que Bilbo soltaba una mueca de "Obvio". -Pero encíma no comes. No conozco muy bien los Hobbits, soy un enano, esas cosas no me conciernen, pero sé que todos los Hobbits, sin escepción alguna, sois unos comilones impresionantes, aún más de los enanos. Y que de repente dejes de comer puees, da al ojo. ¿Qué ocurre?

-Es que... Thorin. No me ocurre nada. -Bilbo se removió un poco en su asiento de roble, sonriendo un poco confundido.

-Será, pero yo no me lo creo. -Bilbo dejó de sonreir.

-No sé porqué todos se preocupan, si algo fuera mal me habría dado cuenta... ¿No?

Thorin suspiró antes de hablar mientras se levantaba. -Eso pensaba mi abuelo, mira donde estamos ahora. -Thorin dió una amistosa palmada al hombro de Bilbo, que por simplemente ser él, pareció estár echa con fuerza, mientras este quedaba algo pensativo.