Capítulo 4. Recompensa y castigo

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*Ratchet*

-Ha...¿Optimus?

-Debemos hablar en mi habitación, Ratchet-. Sentencia haciéndome tragar saliva. No me deja decir nada guiándome a su cámara de recarga, abre la compuerta y me invita a pasar primero, lo hago titubeando sobre lo que me diría hasta que escucho tras de mí la compuerta cerrarse, volteo viendo que la asegura para que nadie entre, lo que me pone nervioso. Opta por cambiar su mano por su espada y luego voltea a verme  paralizándome. No comprendo que tiene en mente.

-Ratchet, debido a lo ocurrido recientemente, me parece que necesitas algo de

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-Ratchet, debido a lo ocurrido recientemente, me parece que necesitas algo de...disciplina-. Al pronunciar aquello melosamente con una sonrisa seria en su rostro me obliga a retroceder sintiéndome indefenso ante él. ¿Qué le sucede ahora? Se voltea hacia mi dando pasos firmes y lentos mostrándose algo intimidante manteniendo esa sonrisa que me hace temblar.

 -O...Optimus, ¿qué...?- doy pasos hacia atrás sintiéndome cada vez más acorralado hasta que tropiezo con la cama y caigo de espaldas sobre esta, luego Optimus desliza la afilada punta de su arma por mi armazón, sin llegar a dañarme, empezando por mi pecho, bajando hasta mi abdomen y deteniéndose en mi placa que cubre mis intimidades. ¿No irá a...?

-Hah! Espe...- Tal como pensé, termina cortándolo y deshaciéndose de mi sistema protector dejándome expuesto ante su flamante mirada, me cubro torpemente sintiendo mi cara arder de lo avergonzado que estoy.

- Tal como pensé, termina cortándolo y deshaciéndose de mi sistema protector dejándome expuesto ante su flamante mirada, me cubro torpemente sintiendo mi cara arder de lo avergonzado que estoy

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 Vuelve a cambiar la espada por su mano a la normalidad y con ella me toma de un brazo atrayéndome de un tirón hacia él poniéndome de pie, no dura mucho tiempo cuando el se sienta en la cama y me coloca sobre sus piernas quedando de espaldas a él. Baja su mano para acariciar una de mis piernas de forma extremadamente suave, tanto que me recorre una pequeña oleada eléctrica.

-Ratchet-. Susurra en tono seductor golpeando mi cuello con su aliento cálido haciéndome temblar. 

-¡Hah!- Mi rostro enrojece y mis sistemas se alborotan al sentir que acaricia mi puerto con un par de dedos insinuantes alrededor de este. Sus movimientos lentos y cachondos me provocan una intensa sensación pesada en mi parte baja que va subiendo por todo mi cuerpo hasta la cabeza.
~E...espera...¿en qué estás...pensando? Um~ Me siento tan avergonzado que apenas puedo hablar; no quiero que se detenga. Me he erectado muy rápido solo con unos roces. Rayos...

Lo mucho que me importasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora